A las puertas del año "Familia Amoris Laetitia" que el Papa Francisco inaugurará el próximo 19 de marzo en la Fiesta del San José, el esposo de María, la Virgen Madre del Señor Jesús, celebramos una vez más el "Día del Amor y la Amistad". Si bien es cierto este día, especialmente en los últimos años, es celebrado por todos aquellos que viven la experiencia de la amistad como un verdadero tesoro y como un don de Dios (Eclo 6, 14), igualmente continúa siendo de notable importancia para todas aquellas parejas que han iniciado desde el noviazgo la experiencia del amor conyugal.

Consideramos esta fecha, que se celebra en el ambiente secular, como una providente oportunidad para dirigirnos a todas las parejas de novios y esposos a las que la Iglesia les reconoce como "un precioso recurso porque, empeñándose con sinceridad para crecer en el amor y en el don recíproco, pueden contribuir a renovar el tejido mismo de todo el cuerpo eclesial: la particular forma de amistad que ellos viven puede volverse contagiosa, y hacer crecer en la amistad y en la fraternidad a la comunidad cristiana de la cual forman parte"

Con especial afecto y consideración recordamos a los novios la invitación que el mismo Papa Francisco les hace a asumir el noviazgo como "un recorrido que va hacia adelante lentamente, pero es un recorrido de maduración. Las etapas del camino no deben ser quemadas. La maduración se hace así, paso a paso"  Para esto será siempre necesario tener la valentía de ser diferentes, de no dejarse devorar por el hedonismo y por la sociedad del consumo y de la apariencia; recordando que siempre lo que importa será poner por encima de todo el amor que los une, fortalecido y santificado por la gracia. Una gracia que acogerán en la medida en que se acerquen a Cristo.

A los esposos les invitamos a vivir el amor de amistad conyugal, que unifica todos los aspectos de la vida matrimonial, con gestos y palabras generosas tales como permiso, gracias y perdón, ya que ellas, dichas en el momento justo, protegen y alimentan el amor día tras día. En el matrimonio hay que hacer sobresaltar las bondades y virtudes del cónyuge para poder recuperar el amor a través de la ilusión de todos los días. Y cuando vengan las crisis, nunca ajenas a la convivencia matrimonial, habrá que recordar que "el matrimonio es un camino juntos de un hombre y una mujer, en el que el hombre tiene la misión de ayudar a la mujer a ser mejor mujer, y la mujer tiene la misión de ayudar a su marido a ser mejor hombre... El matrimonio es símbolo de la vida, de la vida real, no es una -novela- Para los cónyuges siempre será más sano "aceptar con realismo los límites, los desafíos o la imperfección, y escuchar el llamado a crecer juntos, a madurar el amor y a cultivar la solidez de la unión, pase lo que pase." Para todos los esposos hoy debe resonar el gran consejo del Papa Francisco para ustedes "Nunca dejen de ser novios"