"No perder de vista a los más débiles"
Constatando los estragos que ha causado en el mundo la pandemia del COVID-19, el Pontífice explica que se necesitan artesanos de la paz para iniciar procesos de curación, ya que es doloroso ver cómo lamentablemente, "junto a numerosos testimonios de caridad y solidaridad, están cobrando un nuevo impulso diversas formas de nacionalismo, racismo, xenofobia e incluso guerras y conflictos que siembran muerte y destrucción".
En las ocho páginas del texto, titulado "La cultura del cuidado como camino hacia la paz", que lleva la fecha, según la tradición, del 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, el Papa "se dirige a los Jefes de Estado y de Gobierno, a los jefes de las Organizaciones Internacionales, a los líderes espirituales y a los fieles de las diversas religiones, hombres y mujeres de buena voluntad".
A ellos les recuerda lo que escribió en su última encíclica, Fratelli tutti: "En muchas partes del mundo se necesitan caminos de paz que lleven a la curación de las heridas, se necesitan artesanos de la paz dispuestos a iniciar procesos de curación y de encuentro renovado con ingenio y audacia".
Asimismo, el Papa dedica en su mensaje un pensamiento especial a los que en esta pandemia "han perdido un familiar o un ser querido, pero también en los que han perdido su trabajo" y recuerda en particular a los médicos, enfermeros, farmacéuticos, investigadores, voluntarios, capellanes y personal de los hospitales y centros de salud, "que han trabajado duro y siguen haciéndolo, con gran esfuerzo y sacrificio, hasta el punto de que algunos de ellos han muerto en el intento de estar cerca de los enfermos, de aliviar su sufrimiento o de salvar sus vidas".
Además Francisco propone cuatro principios básicos de la doctrina social de la Iglesia como fundamento de la cultura del cuidado, que analiza uno a uno: La promoción de la dignidad de toda persona humana, la solidaridad con los pobres y los indefensos, la preocupación por el bien común y la salvaguardia de la creación. Todos están conectados entre sí y conforman la base de la construcción de un camino hacia la tan anhelada paz mundial y fraternidad de los pueblos.
Finalmente el Santo Padre propone a los cristianos mirar a la Virgen María, "Estrella del Mar y Madre de la Esperanza", y trabajar juntos "para avanzar hacia un nuevo horizonte de amor y paz, de fraternidad y solidaridad, de apoyo mutuo y acogida recíproca".
"No cedamos a la tentación de desatender a los demás, especialmente a los más débiles, no nos acostumbremos a mirar hacia otro lado, sino comprometámonos cada día concretamente a formar una comunidad compuesta por hermanos que se acojan, se cuiden unos a otros", concluye Francisco.
Fuente: Vaticannews.va