Mensaje urgente de los Obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica ante el agravamiento de la pandemia y la saturación de servicios de salud.
Como pastores de la Iglesia vemos con dolor el aumento de casos de personas contagiadas por COVID-19, alrededor de 160.000 en total. Recientemente, también se superaron las 2.000 muertes por esta enfermedad. Nos preocupa de manera particular la saturación de los hospitales y el difícil panorama ante la poca disponibilidad de camas para pacientes críticos.
A las puertas de la Natividad del Señor, pensemos que la encarnación de Jesús es la muestra máxima del amor y solidaridad de Dios. Seamos nosotros solidarios también; por ello es necesario ser conscientes de nuestros actos. Depende de cada uno que podamos contribuir para mitigar los efectos de la pandemia y prevenir más contagios. ¡Hagamos que nuestros actos salven vidas!
Necesitamos cuidarnos, quedarnos en casa en la medida de nuestras posibilidades, evitar las aglomeraciones en esta época festiva y de vacaciones. Seamos muy cuidadosos y solidarios, capaces incluso de sacrificar algo por el bien de los demás. No contribuyamos a que se hagan aglomeraciones en sitios públicos y abiertos.
Por el agravamiento de la situación pandémica y sanitaria, queremos hacer un vehemente llamado a nuestros fieles, y también a todas las personas que quieran hacerlo, a permanecer en sus casas y en familia durante estos días. Les pedimos no romper la burbuja social, y celebrar la Navidad en su verdadero sentido, en recogimiento y unión familiar. A los niños, adultos mayores y personas de más riesgo, les invitamos a unirse a las celebraciones litúrgicas a través de los medios de comunicación.
Si tenemos que salir como último recurso, hagámoslo cumpliendo las normas que se nos han pedido reiteradamente: uso obligatorio de mascarilla, respeto de la distancia necesaria y ejercicio estricto del protocolo de lavado de manos, de toser o estornudar.
Recientemente se publicó el mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de la Paz, que se celebrará el 1 de enero de 2021, y se nos llama a promover la «cultura del cuidado» como camino de paz, de solidaridad y de bien común. El Papa nos da la clave de cuál ha de ser nuestra actitud.
Por consiguiente, acatemos los llamados que hacen las autoridades gubernamentales, especialmente las sanitarias. Asimismo, llamamos a los profesionales en salud a hacer todo lo posible por salvar vidas, pues toda vida cuenta y vale por sí misma.
Vivamos una santa y serena Navidad, acojamos el misterio del nacimiento de nuestro Señor, para valorar y cuidar la vida que se nos ha dado como un don precioso.
En la sede de la Conferencia Episcopal, San José, a los 23 días del mes de diciembre del año del Señor 2020.
JOSÉ MANUEL GARITA HERRERA
Obispo de Ciudad Quesada
Presidente
DANIEL FRANCISCO BLANCO MÉNDEZ
Obispo Auxiliar de San José
Secretario General