Al encuentro asistieron Eduardo Cruickshank Smith, presidente de la Asamblea Legislativa; Marta Acosta Zúñiga, Contralora General de la República; y Catalina Crespo Sancho, Defensora de los Habitantes
Este viernes 9 de octubre de 2020, los obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, invitaron a diferentes jerarcas de poderes e instituciones del Estado.
Al encuentro asistieron Eduardo Cruickshank Smith, presidente de la Asamblea Legislativa; Marta Acosta Zúñiga, Contralora General de la República; y Catalina Crespo Sancho, Defensora de los Habitantes.
Fueron invitados y se excusaron por no poder asistir, Fernando Cruz Castro, presidente de la Corte Suprema de Justicia y Julio Jurado Fernández, Procurador General de la República.
El motivo de esta reunión obedece al momento que vive nuestro país, el cual causa profunda preocupación en los obispos, pero ven con renovada esperanza y afirman su convencimiento en la institucionalidad democrática.
Los Obispos de la Conferencia Episcopal creen en la institucionalidad del Estado y la defienden y al mismo tiempo consideran el papel histórico de la Iglesia en la contribución de esa defensa y fortalecimiento del Estado. La Iglesia ha sido un actor social que ha acompañado y acompaña el camino de desarrollo de esta nación.
«Como parte de nuestra misión de obispos y pastores, hemos hecho una reflexión a lo interno de nosotros, pues nos corresponde iluminar la realidad que viven nuestros fieles. Asimismo, proponemos a las personas de buena voluntad nuestro mensaje, en medio de la sociedad en la cual estamos insertos. En este contexto, el momento crítico actual de nuestro país nos preocupa altamente, pues las tensiones se han agudizado y el grado de polarización es extremo, lo cual impide la convivencia social que nos ha caracterizado en un clima del respeto, solidaridad y justicia social», declaró Monseñor José Manuel Garita Herrera, Obispo de Ciudad Quesada y Presidente de la Conferencia Episcopal.
En el encuentro, los obispos externaron a los jerarcas su preocupación por los niveles de desigualdad en nuestro país, la pobreza y pobreza extrema, el desempleo, los grados de criminalidad y otros factores, que también atentan gravemente contra nuestra institucionalidad. Reafirmaron su creencia en el bien común y en el valor del desarrollo humano e integral, valores a los cuales todos debemos contribuir.
En consonancia con el Papa Francisco, los obispos han querido hacer experiencia de esta cultura del encuentro siendo una Iglesia samaritana y servidora que quiere ser punto de cohesión entre las personas y en la sociedad.
«Recibimos un llamado para tener un diálogo sobre la situación del país. Nos ha gustado que (los obispos) tengan preocupación por lo que sucede, eso es parte del rol de la Iglesia. Tuvimos conversación abierta y sincera e hicimos análisis de la situación de crisis», expresó el presidente de la Asamblea Legislativa, Eduardo Cruickshank.
La dinámica de la reunión llevó a un momento en el cual los obispos escucharon la visión que tienen los jerarcas sobre la situación actual del país, posibles caminos de solución y la posibilidad de motivar a ese encuentro en que se pongan por delante los intereses de la nación.
«Reiteramos el llamado al presidente de la República, Carlos Alvarado, al diálogo franco, transparente, multisectorial y que tenga resultados. Le pedimos al señor presidente, que explique al pueblo, cuál es la estrategia del diálogo, para favorecer el bien común», agregó Mons. José Manuel Garita.
La Conferencia Episcopal reitera su disponibilidad para servir a la Patria, con el convencimiento de que el camino democrático debe mantenerse, por medio del diálogo para fortalecer el bien común y el Estado Social de Derecho.