En las últimas semanas se ha manifestado una clara efervescencia social fruto de la disconformidad de varios sectores ante diferentes actuaciones de quienes nos gobiernan. Descontento que se expresa igualmente ante la falta de acogida y respuesta a muchos de sus clamores. Cierto es también que todos los sectores, en mayor o menor medida, han sido golpeados por la pandemia que atraviesa el mundo y de la cual Costa Rica no escapa a sus diferentes y graves efectos.
La situación en la cual nos movemos, atravesando el momento más crítico de la pandemia, con graves consecuencias económicas y fiscales, exige mucha capacidad de diálogo entre todos los sectores.
Ante este panorama, como pastores de la Iglesia manifestamos:
- Todos los sectores, apegados al derecho constitucional de expresión y de manifestación de sus ideas, pueden exponer con claridad esta disconformidad y sus legítimas demandas, pero en el marco de una forma respetuosa y pacífica, sin afectar los derechos de la mayoría de los habitantes y el desarrollo normal del país.
- Todos los sectores, como parte del tejido social de nuestra nación, podemos contribuir con ideas y soluciones a superar este difícil momento que vive Costa Rica.
- El gobierno del país, especialmente el presidente de la República, tiene el deber primario de escuchar a los distintos sectores con sus necesidades y clamores. Asimismo, es necesaria la apertura para recibir aportes y recomendaciones de expertos con conocimiento y experiencia en los diversos campos, de manera particular en el económico y fiscal dada la coyuntura presente que vivimos.
- Reiteramos parte de nuestro llamado del pasado 21 de setiembre: «Como pastores de la Iglesia costarricense, pedimos encarecidamente que se proteja a los más vulnerables y a los sectores productivos; solicitamos particularmente que se mejore la recaudación fiscal, con mecanismos eficientes y transparentes; que se combata la evasión y elusión fiscal, evitando así la corrupción y la irresponsabilidad (...) Es fundamental una reducción del gasto público, sin ella no habrá impuestos que aguanten. Si se piensa en impuestos, que estos sean progresivos y no en propuestas que incluyen impuestos regresivos, afectando a los más vulnerables. Que quienes tienen más riqueza y gozan de altísimos salarios y pensiones de lujo, aporten más. Clamamos para que no se hagan recortes en los programas sociales destinados a los más pobres y necesitados». (Mensaje La Política no debe someterse a la Economía).
Sin la comprensión del bien común como fin último de la sociedad y sin esta visión de que todos somos importantes y parte de la solución, no podremos sacar adelante a nuestra nación.
Nuestro llamado permanente es a fortalecer el Estado social de derecho, a consolidar la democracia, la paz, el respeto y la tolerancia, a través de un diálogo franco, abierto y transparente, tendiente siempre al verdadero bien común.
En la sede de la Conferencia Episcopal, San José, el día 1o del mes de octubre del año del Señor 2020, memoria litúrgica de Santa Teresa del Niño Jesús, virgen y doctora de la Iglesia.
+JOSÉ MANUEL GARITA HERRERA
Obispo de Ciudad Quesada
Presidente
+DANIEL FRANCISCO BLANCO MÉNDEZ
Obispo Auxiliar de San José
Secretario General