Aspirantes al sacerdocio se encuentran en Tibás
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Seminaristas
visitan casas evangelizando.
David
Mora, periodista
Desde
el pasado domingo 28 de setiembre y hasta el próximo sábado 4 de octubre, los
seminaristas de la Arquidiócesis de San José se encuentran de misión en la
Parroquia Nuestra Señora del Sagrado Corazón, en Llorente de Tibás.
La
jornada comenzó la tarde del domingo con una Santa Misa en el centro parroquial,
la cual fue presidida por el arzobispo metropolitano de la Arquidiócesis de San
José, Monseñor José Rafael Quirós; quien les insistió a quienes disciernen una
posible vocación al sacerdocio en cómo deben "encarnarse" en la comunidad donde
están haciendo misión, además de recordarle a la comunidad que tienen responsabilidad
en la formación de los seminaristas.
El
cura párroco de Llorente de Tibás, el Padre Gerardo León, comentó a Radio Fides
que la comunidad ha recibido a los seminaristas con mucha alegría, que cada
familia que ha acogido aun joven durante esta semana los ha tratado como si
fueran un hijo más.
"Para
la comunidad parroquial no es solamente un sentimiento de alegría, sino también
una gran responsabilidad, y también en un reto que nos queda en el equipo
sacerdotal, el consejo económico, y el consejo pastoral para seguir impulsando
la acción misionera dentro de la Iglesia. Tenemos más de un año de estar por
acá y estamos tratando con mayor fuerza la evangelización, siempre unidos a
todo el proceso diocesano de pastoral", comentó el sacerdote.
Cada
seminarista debe ir evangelizando mientras visita las casas del pueblo, han
visitado enfermos y centros educativos, también se les ha asignado labores de
acción social.
José
Francisco López, seminarista originario de la Parroquia Nuestra Señora de
Ujarrás, en Barrio Córdoba, y que actualmente sirve en la Parroquia San Miguel
Arcángel, en Escazú, comentó lo que ha significado para él esta experiencia.
"Con
el visiteo que se hizo por las casas, escuchar a las personas, escuchar todo lo
que tienen para comentarnos a nosotros es realmente enriquecedor, y también el
compartir con una familia que nos recibe y nos acoge durante esta semana,
nosotros nos convertimos en parte de esta familia; son con quienes más compartimos,
no solamente nos alimentan, sino que nos toman parte suya y hacen que realmente
nos sintamos como en casa. La experiencia de la misión hasta el momento puedo
resumirla en una gran bendición de parte del Señor, no solo para mí, estoy
seguro que también para cada uno de mis hermanos seminaristas", manifestó
López.
La
misión de los seminaristas finalizará el próximo sábado 4 de octubre, con una
Santa Misa, a las 4 de la tarde, en el centro parroquial.