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Iglesia

Un año de la pascua de Monseñor Hugo Barrantes

Arzobispo emérito falleció el 28 de setiembre de 2024, en Escazú

·         Fieles recordaron a quien pastoreó la Arquidiócesis de San José.

 

David Mora, periodista

Este sábado 27 de setiembre se celebró una Santa Misa en la Catedral Metropolitana Santuario Nacional San José, con motivo del primer aniversario del fallecimiento del arzobispo emérito de San José, Monseñor Hugo Barrantes. El prelado partió a la Casa del Padre el 28 de setiembre de 2024, a las 3 de la tarde, en Escazú.

La celebración eucarística fue presidida por el arzobispo metropolitano de San José, Monseñor José Rafael Quirós, quien fue acompañado por el cura párroco de San Miguer Arcángel, en Escazú, el Padre Marvin Benavides; el vicario parroquial de esta comunidad, el Padre Gerald Jiménez, y el Padre Alfonso Mora, especialista en liturgia. La Santa Misa finalizó con una visita a la tumba del prelado, debajo de la Capilla del Santísimo Sacramento.

Monseñor Hugo Barrantes nació el 21 de mayo de 1936, en San Isidro de El General, fue el segundo de los siete hijos del matrimonio entre Félix Barrantes y Argentina Ureña. El 14 de junio de 1936 fue bautizado en la Iglesia Parroquial generaleña, mismo sitio donde recibió la primera comunión en la Solemnidad de Corpus Christi de 1944, y en abril de 1945 fue confirmado por el segundo arzobispo metropolitano de San José, Monseñor Víctor Manuel Sanabria.

Su educación comenzó en la Escuela Mixta Ureña, entre 1944 y 1949, continuó con los estudios secundarios en la Escuela Complementaria de Pérez Zeledón, culminándolos en el Seminario Menor de Nuestra Señora de los Ángeles en Tres Ríos, sus estudios en Teología y Filosofía los realizó de 1956 a 1961 en el Seminario Central de San José.

El joven Hugo fue ordenado diácono el 19 de marzo de 1961, en la Capilla del Seminario Central por el cuarto arzobispo metropolitano de San José, Carlos Humberto Rodríguez, el 23 de diciembre de aquel mismo año fue ordenado presbítero por el primer obispo de la Diócesis de San Isidro de El General, Monseñor Delfín Quesada, en dicha Catedral.

La actividad presbiteral del Padre Hugo Barrantes se extendió por 36 años: De febrero de 1962 a setiembre de 1965 fue párroco de Palmares en Pérez Zeledón, también era el responsable de la Parroquia de Buenos Aires; de la cual fue párroco después de 1967 a 1974, de setiembre de 1965 a febrero de 1967 fue vicario parroquial de San Isidro Labrador, de 1974 a 1980 estuvo al mando de la Iglesia de San Vito de Coto Brus, luego estuvo por ocho años en San Marcos de Tarrazú, mientras tuvo a su cargo la Parroquia San Pablo de León Cortés por cuatro años y estuvo al frente de la Catedral de San Isidro de 1990 a 1998.

Antes de elección como obispo, el Padre Barrantes fue director nacional de las Obras Nacionales Pontificias, director espiritual en el Seminario Central, fue miembro de la Familia Pontificia como Capellán de Su Santidad, vicario general de San Isidro de El General, promotor vocacional y miembro de las Comisiones Episcopales de Liturgia y la de Vocaciones y Clero.

El 17 de abril de 1998, el Papa San Juan Pablo II lo eligió el primer obispo de la Diócesis de Puntarenas, por lo que recibió la Ordenación Episcopal el 16 de julio de ese mismo año por manos de Monseñor Román Arrieta, a quien después sucedió el 18 de octubre de 2002 como el sexto arzobispo metropolitano de San José. La obra de Monseñor Barrantes buscó una reforma de las administraciones parroquiales, atendiendo personalmente a las comunidades y a los párrocos, también realizó un plan de visitas pastorales para acercarse a las realidades de su territorio eclesial. Monseñor Barrantes fue el creador de la Dirección Arquidiocesana de Comunicación Social y otros proyectos para atender a las personas en situación vulnerable.

En sus últimos años de vida, hasta el día de su deceso, Monseñor Barrantes residió en la Parroquia San Miguel Arcángel, en Escazú.