La Luz de Cristo no se apagará nunca
En la celebración de la Vigilia Pascual desde la Catedral Metropolitana, el Arzobispo de San José, Mons. José Rafael Quirós centró su reflexión en Jesucristo, Pan de vida eterna; nuestra fortaleza y esperanza.
"Por la Resurrección de Cristo todo ha sido recreado, no se trata de una simple renovación o maquillaje, sino que la creación entera ha sido impregnada del Espíritu de Dios, conforme al plan originario", dijo el arzobispo en la homilía de este sábado 11 de abril.
Monseñor recordó que fuimos creados para el bien, para la verdad, no sujetos a la incertidumbre, "porque los hijos de Dios saben perfectamente que solo caminando conforme a su voluntad se tiene la certeza de la victoria", agregó.
"Mediante el sirio encendido y el canto del Pregón Pascual, dejamos que nuestro espíritu exprese el gozo de saber que la Luz de Cristo no se apagará nunca, porque el poder de las tinieblas ha sido totalmente vencido. Hoy se renueva nuestra mirada llena de esperanza en el entorno, para convencernos que lo que domina es la claridad por la presencia luminosa del Señor, no la oscuridad", comentó.
En ese contexto, destacó que Cristo resucitado, es la verdad que proclamamos con santo orgullo y alegría, y con ello decimos que en el sepulcro quedaron todas las esclavitudes, engaños, dolor y limitaciones.
"La celebración de esta vigilia, aunque en circunstancias tan particulares, ha de servirnos para convencernos de lo que somos, creaturas nuevas en el Señor, esto no es simple afirmación, es la verdad que ha de animarnos a seguir luchando para no recaer en las tinieblas de la muerte, sino, para luchar todos los días vivir en esa presencia viva de Dios."
En el sepulcro ha de quedar todo materialismo, no se le puede dar la vida a los bienes materiales por sí mismos, estos únicamente son medios para sobrevivir, avanzar y compartir con los hermanos. Ojalá muchos se liberen de la falsa idea, de que los matrimonios han de tener únicamente los hijos a los que les puedan llenar de cosas materiales, esto debe quedar en el sepulcro, para dar paso al resplandor de la alegría que trae una nueva vida", acotó.
El Arzobispo dijo que este es el anuncio pascual y mencionó que por Cristo Resucitado y vivo entre nosotros, "saldremos victoriosos de la amenaza de muerte que tenemos en el Covid-19, nuestra fe nos impulsa a no dejarnos vencer, pongamos todo lo que esté de nuestra parte, el Señor está realizando el resto, pero démosle espacio. Pero estemos vigilantes, para que no se siga pretendiendo borrar a Cristo de la vida de nuestro país", agregó.
Recodó que como nos dice el Papa Francisco "ante la pandemia del virus, unamos nuestras voces al cielo," por ello, nuestra cercanía y fraterna oración con los más vulnerables.
Al igual que días anteriores, el Arzobispo celebró la Misa con pocos asistentes debido a las medidas dictadas para evitar el contagio del coronavirus.
Debido a la emergencia de salud, se omitió la preparación de la vela de Pascua, así como el encendido de las velas. Durante la ceremonia no se realizaron bautismos, solamente la renovación de las promesas bautismales.