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Iglesia

Valeria Vargas: El milagro de San Carlo Acutis

Primeras declaraciones luego de la canonización del primer santo millenial

·         Es el tercer milagro ocurrido a una costarricense que eleva santos a los altares.

 

David Mora, periodista

Durante la canonización de San Carlo Acutis y San Pier Giorgio Frassati, en el momento de la Oración Universal de los Fieles, se pudo ver por primera vez a Valeria Vargas; la joven costarricense que se curó milagrosamente, por intercesión del primer santo millenial.

La joven de 24 años (cuando sucedió el milagro tenía 21) no ha dado muchas declaraciones a la prensa, únicamente circula un video en redes sociales donde se encuentra en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, y dice "Me siento contenta, con una gracia, es un privilegio estar aquí". Pero su madre, Liliana Valverde sí ha contado detalles de lo sucedido.

Vargas, en 2022, estudiaba en Florencia, Italia, cuando el 2 de julio tuvo un accidente en bicicleta y se fracturó el cráneo, por lo que se le extirpó el hueso occipital derecho y tenía pocas posibilidades de vivir. Liliana decidió peregrinar hasta la tumba del entonces beato, al que conocía poco, y dejó una carta que traía relatada la historia de lo que le sucedió a su hija.

"Carlo nos salvó a las dos, salvó a Valeria y me salvó a mí también, Valeria es hija única; entonces cuando estás a punto de perder a la persona que más amas, que en mi caso es Valeria, y de repente suceden este tipo de cosas, definitivamente cambiás todo, te cambia tu vida totalmente...Si alguien me pregunta a mi racionalmente qué me hizo tomar la decisión, yo no tengo una respuesta racional. Yo nada más sentí algo y como decía Carlo: "No yo, sino Dios", Dios me usó como instrumento para esto, para ir, para pedir frente a la tumba de Carlo el 9 de julio, por más o menos cuatro horas", manifestó a varios medios de comunicación.

Ese mismo día, el 9 de julio, Valeria comenzó a respirar por sí misma, despertó y empezó a recuperar el habla y la movilidad en sus extremidades. Fue dada de alta dos semanas después, luego de que una Tomografía Axial Computarizada (TAC) comprobó que no había rastros del accidente en su cabeza.

"Cuando yo salgo de Asís para tomar nuevamente el tren para Florencia, yo salgo convencida de que Valeria iba a sanar totalmente, es importante que ustedes sepan que no solamente hubo una curación física; sino que el otro gran milagro fue que no necesitó terapia...Lo que puede haber es una convicción - yo siempre he sido muy racional - de que esto fue un milagro a toda regla, y de hecho, médicamente hablando se demostró que Valeria cuando se accidentó el 2 de julio, llegó con premuerte al hospital, el 18 de julio le hicieron el TAC y se demostró que el cerebro estaba completamente desinflamado", recordó.

Esta es la tercera vez que un milagro concedido a una costarricense es la causa de una elevación a los altares. El primer milagro ocurrió el 28 de noviembre de 1994, cuando nació María Solís, una niña que nació con su rostro impecable luego de haber sido diagnosticada durante el embarazo con una malformación congénita, lo cual haría que naciera sin paladar. Esto dio paso a la beatificación de la religiosa nicaragüense Sor María Romero.

El segundo milagro ocurrió el 1 de mayo de 2011, durante la beatificación de Juan Pablo II, Floribeth Mora fue diagnosticada un aneurisma en el lado izquierdo de su cerebro y los médicos le daban solamente un mes de vida, su salud se deterioró hasta el punto de no poder sostener nada con la mano izquierda y casi no podía hablar.

Mora siempre consideró un santo al pontífice polaco, por lo que le pidió su intercesión para recuperar su salud. La noche después de la beatificación escuchó una voz que le dijo: "Levántate, no tengas miedo". Y comenzó su recuperación de forma inexplicable.

 

Fuente: Rome Reports.