Primera canonización de León XIV
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El
Papa resaltó los méritos de santidad de ambos jóvenes.
David
Mora, periodista
San
Carlo Acutis y San Pier Giorgio Frassati fueron canonizados la mañana de este
domingo 7 de setiembre en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano. Esta es la
primera vez que el Papa León XIV celebra una elevación a los altares.
Minutos
antes de que empezara la celebración eucarística, el Santo Padre saludó a los
más 60.000 fieles presentes, se dirigió a las familias de los nuevos santos, a
los religiosos, movimientos y delegaciones oficiales.
"Hoy
es una hermosa celebración para toda Italia, para toda la Iglesia, para el
mundo entero. Y antes de comenzar a solemne celebración de la canonización,
quería dirigirles unas palabras a todos ustedes, porque, si bien la celebración
es muy solemne, también es un día de gran alegría. Y quería saludar, especialmente,
a los numerosos jóvenes que han venido a esta Santa Misa. Es una verdadera
bendición del Señor: Estar juntos, ustedes que han venido de diferentes países.
Es un verdadero don de fe que queremos compartir", manifestó el Sucesor de San
Pedro.
El
rito se desarrolló al inicio de la Santa Misa; después del saludo litúrgico se
cantó el himno "Veni Creator", el prefecto del Dicasterio para las Causas de
los Santos, el Cardenal Marcello Semeraro, se acercó al Papa y le pidió la
canonización de Acutis y Frassati, luego procedió a leer sus biografías. Se
cantaron las letanías de los santos y León XIV pronunció la fórmula de
canonización.
"En
honor a la Santísima Trinidad, para exaltación de la fe católica y crecimiento
de la vida cristiana, con la autoridad de Nuestro Señor Jesucristo, de los
Santos Apóstoles Pedro y Pablo y la Nuestra, después de haber reflexionado
largamente, invocando muchas veces la ayuda divina y oído el parecer de
numerosos hermanos en el episcopado, declaramos y definimos Santos a los Beatos
Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati, y los inscribimos en el número de los
Santos, y establecemos que en toda la Iglesia sean devotamente honrados entre
los Santos. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo", dijo el
Papa, a lo que siguió el himno Iubilate Deo.
Ya
siendo santos oficialmente, fueron llevadas al altar reliquias de ambos jóvenes
y colocadas frente a la imagen de la Virgen María.
La
primera lectura - del libro de la Sabiduria - fue proclamada por Michele
Acutis, hermano de San Carlo Acutis; mientras que la segunda lectura - de la
carta de San Pablo a Filemón - fue leída por el vicepresidente de la Acción
Católica Italiana para el Sector Jóvenes, Lorens Zusardi.
Durante
su homilía, León XIV resaltó los méritos de la santidad de ambos jóvenes, sobre
todo su devoción por la Eucaristía y la confesión frecuente, recordando que la
santidad es posible para todos.
"Hoy
contemplamos a San Pier Giorgio Frassati y a San Carlo Acutis; un joven de
principios del siglo XX y un adolescente de nuestros días, ambos enamorados de
Jesús y dispuestos a dar todo por él...Ambos cultivaron el amor a Dios y a los
hermanos, a través de medios sencillos, al alcance de todos, la Santa Misa
diaria, la oración y especialmente la adoración eucarística...Otra cosa esencial para
ellos era la confesión frecuente...ambos tenían una gran devoción por los santos
y la Virgen María, y practicaban generosamente la caridad. Pier Giorgio decía: "Alrededor
de los pobres veo una luz que nosotros no tenemos", llamaba a la caridad el
fundamento de nuestra religión, y cómo Carlo la ejercitaba sobre todo por medio
de pequeños gestos concretos, a menudo escondidos, a lo que el Papa Francisco
ha llamado "la santidad de la puerta de al lado". Incluso cuando los aquejó la
enfermedad y esta fue deteriorando sus jóvenes vidas, ni siquiera eso los
detuvo ni les impidió amar, ofrecerse a Dios, bendecirlo y pedirle por ellos y
por todos", expresó el obispo de Roma.
Esta
canonización fue aprobada en 2024 por el Papa Francisco por dos milagros que
fueron comprobados por la intercesión de Acutis y Frassati:
En
el caso de Pier Giorgio fue la curación de un seminarista de la Arquidiócesis
de Los Ángeles, Estados Unidos, quien fue ordenado sacerdote en 2023. El joven
se dañó el tendón de Aquiles mientras jugaba baloncesto con otros seminaristas,
la resonancia magnética mostraba daños significativos que llevaron a un
cirujano ortopédico.
El
seminarista decidió hacer una novena al beato Frassati y una semana después el
daño había desaparecido, pudiendo reanudar su práctica del deporte sin
dificultades.
En
el caso de Carlo, el milagro le sucedió a la joven costarricense Valeria
Valverde, quien estudiaba en Florencia, Italia, en 2022. Ella tuvo un accidente
en bicicleta, se fracturó el cráneo, por lo que le extirparon el hueso
occipital derecho y sus posibilidades de sobrevivir era muy pocas.
La
madre de Valeria peregrinó a la tumba de Carlo Acutis, en Asís, dejando una
carta con la historia de su hija. Ese mismo día, Valeria comenzó a respirar sin
ayuda mecánica y comenzó a recuperar la movilidad en sus miembros y el habla,
dos semanas después fue dada de alta tras constatar que no había rastros de la
hemorragia.
En
setiembre de 2022, la madre y su hija fueron a dar gracias ante la tumba de
Acutis.
Fuente: Vatican News.