Pío XII declaró el dogma el 1 de noviembre de 1950
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¿Qué
es la dormición de la Virgen?
David
Mora, periodista
"Con
la autoridad de Nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro
y Pablo y con la nuestra, pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma
divinamente revelado que La Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen María,
terminado el curso de su vida terrenal, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria
del cielo".
Estas
fueron las palabras del Papa Pío XII, el 1 de noviembre de 1950, en la Constitución
Munificentisimus Deus. En esta declaración oficial, el Santo Padre no
especificó si la Madre Dios falleció "terminado el curso de su vida terrenal",
por lo cual siempre ha sido un tema de conversación y de debate.
Aunque
el dogma mariano fue declarado oficialmente hace casi 75 años, la Iglesia
Católica tiene casi dos milenios de creer en la Asunción de María; ya desde el
siglo IV San Efrén indica que el cuerpo de María no podía ser sometido a la
corrupción del sepulcro al ser aquella de la que el Salvador tomó carne, misma
tesis que mantuvieron San Ambrosio, San Andrés de Creta y San Gregorio de Nisa.
El primero que ya habla claramente sobre la Asunción es San Epifanio, y siglos
más tarde se le unieron San Alberto Magno, Santo Tomás de Aquino y San Antonio
de Padua.
Otra
afirmación que se dice al hablar de la Asunción de María es que ella se durmió,
esto se debe a que, en el siglo IV, en la liturgia de la Iglesia, se celebraba
la Memoria de Santa María; es decir, el día de su nacimiento para el cielo, y
en Oriente se le llamaba la Fiesta de la Dormición. De Oriente pasó a Roma,
donde se empezó a celebrar el 15 de agosto y ya para el siglo VII se estableció
la solemnidad para la Iglesia Universal.
En
declaraciones a Radio Fides, el Padre Mario Zúñiga, sacerdote especialista en
Mariología, explicó que la "dormición" y la "Asunción" son exactamente lo mismo,
solo que llamado de una forma distinta en diferentes partes del mundo.
"Se
le llama dormición porque hay un texto muy antiguo, que no está en la Sagrada Escritura,
que habla del tránsito de María, y dice que al término de su vida terrena fue
como si se durmiera, al final de cuentas es para dar a entender que el término
de cada uno de nosotros no es la muerte, sino la vida, y que vamos a resucitar
como Cristo", comentó el presbítero.
Sobre
lo dicho por Pío XII, comentó que la reflexión teológica ha avanzado en estos
75 años, por lo que no existe problema en que la Madre de Cristo muriera.
"Pío
XII en la definición dogmática evita decir que María muere, sobre todo porque
había algunas posiciones teológicas que decían que si María moría entonces
había contraído el pecado original y se opondría a la Inmaculada Concepción, porque
la consecuencia del pecado es la muerte, otros decían que no había ningún problema.
Sin embargo, ya la reflexión teológica ha avanzado y el mismo San Juan Pablo II
en sus catequesis marianas explica que no hay ninguna dificultad en decir que
la Virgen murió, porque ya después de la muerte de Cristo cambia su sentido;
Cristo murió realmente siendo Dios, siendo Hombre, y muere para resucitar, para que nosotros resucitemos con Cristo, entonces perfectamente se puede afirmar que
María cuando ha cumplido su misión terrena, Cristo el Señor que murió y
participa de nuestra muerte, ahora le comparte a su Madre - como primicia - la glorificación
de su cuerpo y de su alma, es la única de nuestra raza que ya ha sido
glorificada en cuerpo y alma. Los santos y los difuntos que ya están en el
cielo su alma ha sido glorificada, pero su cuerpo duerme en un cementerio
esperando la resurrección final cuando Cristo venga por segunda vez", afirmó el
Padre Zúñiga.
También
aclaró que el término "Asunción" es distinto al de "Ascensión": Cuando Jesucristo
asciende al cielo, se sienta a la derecha del Padre y envía al Espíritu Santo,
él mismo es el autor de la acción porque es Dios, aquí el termino exclusivo es "Ascensión";
en cambio, para referirse a la glorificación de la Virgen María, el término
correcto es "Asunción", porque el autor es Cristo Resucitado, y la Madre de
Dios no sube al cielo por sus propias fuerzas, sino que es elevada.
Aunque
la Asunción de María no está específicamente en la Biblia, la Tradición de la Iglesia
la afirma con pasajes bíblicos como Génesis 3, 15; donde Dios anuncia que después
del pecado de Adán y Eva vendrá la derrota de Satanás, proveniente de una mujer
unida a su descendencia, Apocalipsis 12, 1; donde aparece "una mujer vestida de
sol y la luna bajo sus pues, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas", y
Lucas 1, 28, en el que San Gabriel llama a María "bendita entre todas las
mujeres", por lo que queda exenta de la maldición del pecado, como lo es la de
que el cuerpo del ser humano se convertirá en polvo.
La
Solemnidad de la Asunción de María se celebra desde el atardecer del 14 de
agosto y se mantiene todo el día natural del 15 de agosto. Esta celebración litúrgica
es de precepto, por lo que equivale a una celebración dominical.