Himno bizantino fue cantado frente a "La Negrita"
·
Alabanza
contempla los misterios de la Encarnación.
David
Mora, periodista
La
noche de este miércoles 30 de julio, se llevó a cabo en la Basílica de Nuestra
Señora de los Ángeles, en Cartago, la ejecución del himno mariano de la
liturgia bizantina "Akáthistos", en el cual participaron algunos miembros del Venerable
Cabildo Metropolitano de San José. La celebración tuvo un espacio teatral incluido.
El
encargado de presidir el devocional dedicado a la Virgen María fue el deán de
los canónigos y prefecto de la Catedral Metropolitana Santuario Nacional San
José, el Padre German Rodríguez; otros miembros de Cabildo presentes fueron los
sacerdotes Ronny Solano, Víctor Hugo Munguía, Luis Diego Sáenz y Mario Segura.
El Padre Luis Esteban Fernández, de la Diócesis de Cartago, quien es actor de
profesión, fue el encargado de crear esta producción en la parte teatral.
El "Akáthistos", que significa "no sentado"; porque los participantes lo cantan de
pie normalmente, es una liturgia muy común en la Iglesia Ortodoxa, fue
compuesto en Constantinopla por San Romano el Metodista, se trata de alabanzas
a la Virgen María, que contemplan los misterios de la Encarnación de Jesucristo
desde el momento de su Anunciación.
El
himno está conformado por 24 estrofas, algunas más largas que otras, todas terminan
con el canto de "Aleluya" y la más larga finaliza con el estribillo: "Regocíjate,
oh novia soltera".
El
espacio comenzó con el canto "Veni Creator Spiritus", al finalizar las estrofas
tuvo lugar la lectura del Santo Evangelio y una pequeña homilía, la cual estuvo
a cargo del Padre Rodríguez; este aseguró que "la mejor noticia que el mundo ha
escuchado es que Dios quiso hacerse uno como nosotros para rescatarnos", además
de reflexionar de la grandeza de la respuesta afirmativa de la Virgen María al
plan de Dios.
"Cuando
uno se encuentra con Dios, la vida es transformada. María que estaba en esa
intimidad con Dios, su vida fue transformada por la Trinidad. Al decir su "sí",
la Palabra se encarna, se hace hombre, la Palabra Eterna del Padre se digna a
vivir entre nosotros...En esta noche que contemplamos este misterio tan grande,
qué bueno sería pedirle al Señor que, por intercesión de su Madre, a quien
invocamos como Reina de los Ángeles, a la que invocamos como la Patrona de esta
patria que tanto amamos, que nos dé la paz que llenó de paz al cielo y a la
tierra en el momento en que la Palabra se hizo carne, esta patria que tanto la
necesita, esa paz que como nos ha recordado el Papa León, esta paz brota desde
adentro, desde el corazón que se abre a Dios. Si como María nosotros nos
acogemos a la acción de Dios, él nos dará la paz", comentó el prefecto de la Catedral
Metropolitana.
El "Akáthistos" finalizó con el canto de la Salve.