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Iglesia

La Negrita llega a Limón

Sagrada Imagen fue llevada al Caribe en celebraciones por su bicentenario como Patrona de Costa Rica

·         Monseñor Román clamó por la búsqueda de la paz.

 

David Mora, periodista

Desde las 4 de la mañana de este sábado 28 de junio, la imagen de Nuestra Señora de los Ángeles fue trasladada desde su Basílica en Cartago, hasta la Diócesis de Limón, esto como parte de las celebraciones del bicentenario de su declaratoria como Patrona de Costa Rica, en 1824.

A las 7:30 de la mañana, "La Negrita" llegó a la Casa de las Hermanas de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta, allí fue recibida por el obispo de la Diócesis de Limón y presidente de la Conferencia Episcopal de Costa Rica (CECOR), Monseñor Javier Román, y el Padre Luis Aguilar. Antes de llegar a la Catedral limonense, la Patrona de Costa Rica fue llevada al Hospital de Limón.

Cuando llegó al templo catedralicio, la Virgen de los Ángeles fue recibida por los fieles entre aplausos, vítores y pañuelos blancos, fue colocada en una barca que llevaba escritos los nombres de las parroquias de Limón y los nombres de los últimos cuatro obispos de Limón, estaba decorada con rosas y hojas de eucalipto.

Minutos después comenzó la celebración eucarística, que conmemoró al Inmaculado Corazón de María; esta fue presidida por Monseñor Román, acompañado en la concelebración por el obispo de Cartago, Monseñor Mario Quirós, el obispo emérito de Cartago y de Limón, Monseñor José Francisco Ulloa, el rector de la Basílica de los Ángeles, el Padre Miguel Adrián Rivera, y decenas de sacerdotes de la diócesis limonense.

La homilía fue pronunciada por Monseñor Javier Román, quien agradeció a Dios por la visita de "La Negrita" a su diócesis. Resaltó que la Virgen de los Ángeles "ha desempeñado un papel fundamental en la construcción de nuestra identidad nacional".

"Desde el hallazgo de su pequeña imagen en el año 1635, aproximadamente, por una mujer sencilla, la Virgen ha sido un punto de convergencia para distintas clases sociales y grupos étnicos en el país. La romería, más que una peregrinación, es una expresión de fe y un acto de unión nacional, donde personas de todas las edades y condiciones sociales caminamos juntas, reforzando nuestro sentido de comunidad. Además, la Virgen de los Ángeles ha sido invocada en momentos cruciales de la historia costarricense, como en tiempos en guerra, enfermedad o crisis, consolidándose como un símbolo de esperanza y protección. Su imagen está presente en hogares e instituciones, lo que demuestra su arraigo en la cultura nacional", indicó el presidente de la CECOR.

Otro de los puntos que destacó fue la necesidad de diálogo y paz, dejando de lado el egoísmo que crea conflictos; no solo a nivel internacional, sino en la vida cotidiana.

"Cuando un grupo humano - sea una pareja, una comunidad o una nación - se encierra en sí mismo de forma egoísta, los conflictos internos se vuelven inmanejables y conducen a la ruptura del grupo o a la exportación de los conflictos en riñas o guerras con otros grupos o naciones. Lo vemos actualmente en guerras tremendas que azotan al mundo, dejando una estela de dolor y destrucción que clama a Dios. También en todas esas guerras que se libran al interior de nuestras familias y que las llevan a su desintegración. En cambio, cuando un grupo humano está abierto a la comunión y a asumir compromisos con sus miembros, es mucho más fácil gestionar y resolver los conflictos", indicó el prelado, invocando la intercesión de la Virgen María para alcanzar la paz.

Finalizada la Santa Misa, los fieles rezaron el Santo Rosario, le llevaron serenata a "La Negrita", se realizaron danzas afrocaribeñas y antes de regresar la imagen a Cartago, Monseñor Román la llevó en procesión por la catedral, descubierta; como fue hallada originalmente en 1635.

La próxima visita de la Reina de los Ángeles será el sábado 19 de julio en la Diócesis de Tilarán-Liberia.