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Papa

León XIV impone el palio a nuevos arzobispos

Rito se realiza en la Solemnidad de San Pedro y San Pablo

·         Importancia de la comunión eclesial.

 

David Mora, periodista

Este domingo 29 de junio, Solemnidad de San Pedro y San Pablo, el Papa León XIV presidió la Santa Misa en la Basílica vaticana e impuso el palio a 54 nuevos arzobispos metropolitanos, un rito que realiza cada año en esta celebración.

El palio arzobispal es una banda de lana blanca, en forma de collar, que lleva bordadas seis cruces de seda negra. Esta prenda la llevan los arzobispos metropolitanos sobre la casulla en celebraciones importantes. Son reliquias de tercer grado de San Pedro, ya que siempre se colocan previo a su

El Santo Padre decidió volver a la costumbre de colocar el palio sobre los arzobispos; desde 2015, su predecesor, el Papa Francisco, había cambiado el rito para darle más protagonismo a las iglesias locales, por lo que solamente entregaba la prenda al prelado y era el nuncio apostólico en su país quien se lo imponía en una celebración distinta.

En su predicación, León XIV resaltó la importancia de la comunión eclesial; aunque esto se vive diariamente, la Solemnidad de San Pedro y San Pablo expresa la unidad de la Iglesia Católica. "Su fraternidad en el Espíritu no borra la diversidad de sus orígenes: Simón era un pescador de Galilea, Saulo en cambio un riguroso intelectual perteneciente al partido de los fariseos; el primero deja todo inmediatamente para seguir al Señor; el segundo persigue a los cristianos hasta que es transformado por Cristo Resucitado; Pedro predica sobre todo a los judíos; Pablo es impulsado a llevar la Buena Noticia a los gentiles".

"La historia de Pedro y Pablo nos enseña que la comunión a la que el Señor nos llama es una armonía de voces y rostros, no anula la libertad de cada uno. Nuestros patronos han recorrido caminos diferentes, han tenido ideas diferentes, a veces se enfrentaron y discutieron con franqueza evangélica", expresó el obispo de Roma, indicando que la comunión eclesial "nace del impulso del Espíritu, une la diversidad y crea puentes de unidad en la variedad de los carismas, de los dones y de los ministerios".

Refiriéndose al evangelio proclamado, en el que San Pedro confiesa su fe en Cristo, ante la interrogante de quién creen que es él, el Papa dice que esta misma pregunta interpela a cada creyente, debiendo tenerla presente en cada momento de su vida y así discernir cómo testimoniar la esperanza en la cotidianidad. También se dirigió a la Iglesia de Roma, recordándole que está llamada a ser "signo de unidad y de comunión, Iglesia ardiente de una fe viva, comunidad de discípulos que testimonian la alegría y el consuelo del evangelio en todas las situaciones humanas".

El Santo Padre finalizó agradeciendo la presencia de los miembros del Sínodo de la Iglesia greco-católica ucraniana y la Delegación del Patriarcado Ecuménico, envidada por el Patriarca Bartolomé.

 

Fuente: Vatican News y ACI Prensa.