Con motivo del Jubileo de los Sacerdotes y la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús
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Unidad
entre presbíteros y obispos.
David
Mora, periodista
A
partir de este viernes 27 de junio, la Iglesia cuenta con 32 nuevos sacerdotes,
quienes fueron ordenados por el Papa León XIV, con motivo del Jubileo de los Sacerdotes,
la Jornada Mundial de Oración por ellos y la Solemnidad del Sagrado Corazón de
Jesús. Esta celebración ocurrió en la Basílica de San Pedro.
Los
neopresbíteros son originarios de Italia, India, Sri Lanka, Rumanía, África
Centra, San Vicente y las Granadinas, Camerún, Angola Vietnam, Etiopía,
Tanzania, Ghana, Nigeria, Corea, México, Uganda, Australia, Papúa Nueva Guinea,
México, Kenia, Brasil, Croacia, Eslovaquia y Ucrania. León XIV centró su
homilía en cómo los sacerdotes actualizan los misterios de la encarnación,
muerte y resurrección de Jesucristo, quien se los ha confiado y en las
posibilidades que tienen de "contribuir a esta obra de salvación".
El
Santo Padre pidió a los ordenandos que tengan como modelos a los sacerdotes que
han llegado a la santidad. "Atesoren tanta riqueza: Interésense por sus
historias, estudien sus vidas y sus obras, imiten sus virtudes, déjense
encender por su celo e invoquen con frecuencia y con insistencia su intercesión...Nuestro
mundo propone muchas veces modelos de éxito y prestigio discutibles e
inconsistentes. No se dejen embaucar por ellos. Miren más bien el sólido
ejemplo y los frutos del apostolado, muchas veces escondido y humilde, de quien
en la vida ha servido al Señor y a los hermanos con fe y dedicación, y
mantengan su memoria con su fidelidad".
Aprovechado
a ocasión, León XIV citó a su predecesor, el Papa Francisco, con la encíclica
Dilexit nos, mencionando que "de la herida del costado de Cristo sigue brotando
ese río que jamás se agota, que no pasa, que se ofrece una y otra vez para
quien quiera amar", por lo que "sólo su amor hará imposible una humanidad nueva".
También recordó a San Agustín cuando hablaba de la importancia de la unidad y la
comunión entre los presbíteros y los obispos, que expresa y llega a dar frutos
de unidad en toda la Iglesia.
"Amen
a Dios y a los hermanos, sean generosos, fervorosos en la celebración de los
sacramentos, en la oración - especialmente en la adoración - y en el
ministerio; sean cercanos a su grey, donen su tiempo y sus energías a todos,
sin escatimarse, sin hacer diferencias, como nos enseñan el costado abierto del
Crucificado y el ejemplo de los santos", exhortó el Papa a los nuevos
sacerdotes, quien finalizó encomendando el presbiterado de quienes ordenó a la
intercesión de la Virgen María.
Los
ritos de ordenación presbiteral se desarrollaron con normalidad.
Fuente: Vatican News.