El Papa caminó con el Santísimo Sacramento por las calles de Roma
· "Cristo
se puede comer, pero no se agota".
David
Mora, periodista
El
Papa León XIV caminó un kilómetro llevando el Santísimo Sacramento bajo el
palio por las calles de Roma en la procesión de la Solemnidad de Corpus Christi,
este domingo 22 de junio, desde la Basílica de San Juan de Letrán hasta la
Basílica de Santa María La Mayor. Esta es la primera vez que el Santo Padre celebra
esta solemnidad después de su elección.
El
gesto de León XIV generó se diferencia de los modos que optaron sus
predecesores; no se usó el papamóvil para ir frente a la Eucaristía expuesta en
la custodia, como en su momento lo hicieron San Juan Pablo II y Benedicto XIV, Francisco
en su primer año realizó la procesión caminando mientras el Santísimo
Sacramento estaba en el vehículo; en años posteriores se trasladaba en privado
hacia Santa María La Mayor.
Previo
a la procesión, tal como lo indica la liturgia, el obispo de Roma presidió la
Santa Eucaristía, en la que; durante su homilía, resaltó la importancia de
encontrar "la respuesta de Dios al hambre del hombre" en Cristo presente en la
Eucaristía.
Ante
el pasaje del evangelio en que Jesucristo multiplica cinco panes y dos pescados
para darle de comer a más de 5000 personas, narrado en los escritos de San
Lucas, León XIV mencionó que Dios hace un contraste ante la lógica humana de la
acumulación, a esto lo denominó "hambres materiales y espirituales", por lo que "a la urgencia del hambre, Jesús responde con el signo del compartir". "En
lugar de compartir, la opulencia desperdicia los frutos de la tierra, multiplica
la esperanza", afirmó el Sumo Pontífice.
El
Sucesor de San Pedro citó el Catecismo de la Iglesia Católica definiendo que la
Eucaristía es "la verdadera, real y sustancial presencia del Salvador", también
citó a San Agustín de Hipona afirmado que "nuestra naturaleza hambrienta lleva
la marca de una indigencia que es saciada por la gracia de la Eucaristía",
además de recordar, al igual que lo dice la Secuencia de Corpus Christi, que "Cristo
es un pan que se puede comer pero que nunca se agota".
"Juntos,
pastores y rebaño, nos alimentamos del Santísimo Sacramento, lo adoramos y lo llevamos
por las calles Al hacerlo, lo ofrecemos a la mirada, a la consciencia y al
corazón de la gente. Al corazón de quien cree, para que crea más firmemente, y
al corazón de quien no cree, para que se cuestione más firmemente, y al corazón
de quien no cree, para que se cuestione sobre el hambre que tenemos en el alma
y sobre el pan que puede saciarla. Fortalecidos por el alimento que Dios nos
da, llevemos a Jesús al corazón de todos, porque Jesús incluye a todos en la obra
de salvación, invitando a cada uno a participar en su mesa. ¡Dichosos los
invitados que se convierten en testigos de este amor!", finalizó el Papa en su
predicación.
La
procesión eucaristía inició pasadas las 6 de la tarde (hora de Roma), llegando
a Santa María La Mayor cerca de 45 minutos después, con la presencia de
alrededor de 2000 personas que caminaban detrás del Santísimo Sacramento, con
el cual el Papa dio la bendición final a todos los fieles.
Fuente: Vatican News.