Misa Vocacional en el Seminario Nacional Nuestra Señora de los Ángeles
·
Formación
para ser servidores.
David
Mora, periodista
Fotografía:
Jonathan Bonilla
Este
jueves 5 de junio, los seminaristas de la Arquidiócesis de San José participaron
de la Santa Misa Vocacional en la capilla del Seminario Nacional Nuestra Señora
de los Ángeles. Esta es una celebración que se realiza una vez al mes y está
dedicada a una diócesis en cada ocasión.
La
Santa Misa, que celebró la Memoria del mártir San Bonifacio, fue presidida por
el arzobispo metropolitano de San José, Monseñor José Rafael Quirós; acompañado
en la concelebración por los sacerdotes formadores, algunos invitados y varios
que tienen funciones cercanas al clero y el discernimiento; entre ellos estaba
el promotor vocacional y párroco de San Juan Bautista en Patarrá, el Padre José
Andrés Zúñiga, y el vicario episcopal para la Vida del Clero y párroco de
Nuestra Señora del Sagrado Corazón, en Tibás, el Padre Gerardo León.
Durante
su predicación, el prelado le manifestó a los seminaristas que, en su proceso
de formación hacia el sacerdocio, deben mantenerse siempre en lo que enseña la
doctrina de la Iglesia Católica, y no vivir su formación y un eventual
ministerio sacerdotal enfocado en sus propias ideas.
"El
proceso formativo ha de llevarles como una de las exigencias fundamentales el
saber que se está formado a quienes serán fieles colaboradores del colegio
episcopal, se está formando a quienes serán fieles servidores del Señor. Deben
ser servidores, no se están formando para ser señores que mandan y someten;
sino servidores de la comunidad, servidores de los demás, yo creo que en lo que
corresponde a la vivencia de la espiritualidad y al proceso formativo ha de
tenerse presente ello, ustedes servirán en una comunidad a la que el Señor",
manifestó el arzobispo metropolitano de San José.
Al
finalizar su homilía, Monseñor Quirós le recordó a los estudiantes del
seminario que ellos son los responsables de su propio proceso de formación, y que
un punto importante de discernimiento es su disposición a entregarse por completo
en el ministerio sacerdotal; sin pensar que será solo por un tiempo o solo en
áreas que sean agradables para dedicarles más tiempo.
Antes
de la bendición final, el seminarista Luis Diego Carmona, en nombre de todos
los asistentes, agradeció la presencia del arzobispo y los sacerdotes, también
instó a que se siga orando por el surgimiento de vocaciones al sacerdocio.