Obispo de Roma llegó a su cátedra
· "Les
ofrezco todo lo poco que tengo y lo poco que soy".
David
Mora, periodista
Cada
obispo; ya sea en el momento de su ordenación episcopal, o con su llegada a una
nueva diócesis, debe tomar posesión de su cátedra, la sede donde presidirá y guiará
al pueblo que le fue encomendado. En su calidad de obispo de Roma, el Papa León
XIV tomó posesión de su cátedra este domingo 25 de mayo, la cual se ubica en la
Basílica Papal de San Juan de Letrán.
Minutos
antes de comenzar la Santa Misa del Sexto Domingo de Pascua, el Santo Padre
llegó al Capitolio Romano, que es la sede de la administración cívica y democrática
del lugar, allí fue recibido por el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri.
Después
de la procesión inicial y justo antes de que el Papa se sentara en la cátedra,
el vicario del Sumo Pontífice para la Diócesis de Roma, el Cardenal Baldassare
Reina, le recordó que "ocupar la cátedra pastoral es atender amorosamente el
rebaño de Cristo". Posteriormente, León XIV se sentó y una representación de
los fieles de la diócesis romana realizaron el acto de obediencia.
Durante
su homilía, el obispo de Roma recordó a su predecesor, el Papa Francisco, quien
hablaba sobre la dimensión materna de la Iglesia; en su ternura, disponibilidad
al sacrificio y la capacidad de saber escuchar. El Papa indicó que estos "son
rasgos que deseamos que vayan creciendo en el Pueblo de Dios en todas partes,
también aquí, en nuestra gran familia diocesana: en los fieles, en los pastores",
y en sí mismo.
El
líder de la Iglesia Católica también quiso marcar cuál será el itinerario de la
Diócesis de Roma durante su pontificado con escenarios valientes y entregándose
sin reservas a proyectos valientes y desafiantes.
"El
gran trabajo con el que toda la diócesis, precisamente en estos días, se ha
prodigado para el Jubileo, en la acogida y en el cuidado de los peregrinos y en
tantas otras iniciativas. Gracias a muchos esfuerzos, la ciudad le parece a
quien viene - a veces desde muy lejos - como una gran casa abierta y acogedora,
y sobre todo como un hogar de fe", indicó el Santo Padre, quien también citó al
Beato Juan Pablo I, cuando también tomó posesión de la Basílica de Letrán,
dijo: "Puedo asegurarles que los amo, que solamente deseo servirlos y poner a
disposición de todos mis pobres fuerzas, todo lo poco que tengo y que soy".
León
XIV terminó su predicación encomendando se pontificado a la intercesión de la Virgen
María y los santos apóstoles y mártires Pedro y Pablo.
Finalizada
la Santa Misa, el Papa saludó a los fieles desde el balcón central de la
Basílica de Letrán y les agradeció su presencia, también animó a que los
cristianos sean signos de esperanza en un mundo que sufre por la guerra, la
violencia y las guerras.
Posteriormente,
el obispo de Roma se dirigió a la Basílica Santa María La Mayor, al ingresar
dio su bendición a los fieles y los asperjó con agua bendita, caminó hacia el
icono de la "Salus Populi Romani", rezó durante unos minutos y dejó un ramo de
flores. Finalmente visitó la tumba del Papa Francisco.
Fuentes: Vatican News y ACI Prensa.