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Iglesia

Costa Rica ora por el alma de Francisco

Obispos celebran Misa en sufragio del Papa

·         Nuncio recuerda anécdotas del Sumo Pontífice.

 

David Mora, periodista

Este viernes 25 de abril, los obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica (CECOR) se hicieron presentes en la Catedral Metropolitana Santuario Nacional San José, para celebrar la Santa Misa en sufragio del Papa Francisco. La liturgia fue presidida por el nuncio apostólico, Monseñor Mark Gerard Miles.

El formulario utilizado fue el del Viernes de la Octava de Pascua, donde se recuerda el encuentro de Cristo Resucitado con sus discípulos pescadores a la orilla del lago. Durante la Liturgia de la Palabra, la primera lectura fue leída por el embajador de Argentina en Costa Rica, Fernando Cervetto, y el Salmo Responsorial lo hizo el embajador de Italia en el territorio nacional, Alberto Colella. También se contó con la presencia de autoridades del Gobierno, entre ellas la segunda vicepresidenta de la Reública, Mary Munive, y autoridades religiosas de diferentes denominaciones.

Durante su homilía, Monseñor Miles, representante del Santo Padre en Costa Rica, recordó cómo el tratar de cerca al Papa Francisco le impactó en su ministerio sacerdotal.

"El Papa Francisco aceptó todas sus responsabilidades sin miedo al trabajo y sin miedo a las incomodidades, y todavía me cuesta entender cómo el Papa no tomaba vacaciones, y a lo mejor algunos obispos y sacerdotes nos hemos sentido incómodos ante su buen ejemplo. Pero me imagino que le impulsaba ese sentido de urgencia y obediencia a la voz del Maestro, como San Pedro cuando escuchó: "Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis". Con dedicación y a menudo, el Papa Francisco era incansable en echar las redes de la misericordia de Dios; en medio de los mares de nuestra existencia", mencionó el prelado.

Por otro lado, también destacó que el Santo Padre nunca perdió su interés en los pequeños detalles con las personas marginadas, a pesar de estar preocupado por los conflictos bélicos, además de recordar las muchas veces que el Papa Francisco visitaba la imagen de la Salus Populi Romani antes y después de cada viaje apostólico.

"Tuve la dicha, en una ocasión, de ver cómo el Santo Padre le pedía a un guardia de la gendarmería vaticana de cuidar una rama de flores durante el vuelo de retorno de un país para ofrecerlas en su regreso a la basílica y ofrecérselas a la Virgen. ¡Y después decimos que no era detallista, era muy detallista!", comentó.

Antes finalizar la Sant Misa, el obispo de la Diócesis de Limón y presidente de la CECOR, Monseñor Javier Román, dio un mensaje recordando que Francisco fue "un peregrino de la esperanza cristiana". "El Papa amó a todos hasta el final, incluso el domingo pasado, un día antes de morir, tuvo fuerzas para despedirse y darle al mundo un último regalo: Su bendición. Lo imaginamos desde el cielo, sonriente y bendiciéndonos, contemplando la gloria del Padre, cuyo rostro nos mostró saliendo al encuentro para abrazar y caminar junto a los pobres, los ancianos, los enfermos y los excluidos".

Después de dar la bendición, Monseñor Miles saludó a las autoridades de Gobierno.