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Iglesia

La luz brilló en la oscuridad

Vigilia Pascual en la Catedral Metropolitana

·         Renovación de promesas bautismales.

 

David Mora, periodista

En medio de la oscuridad de la noche de este 19 de abril, Sábado Santo, la Catedral Metropolitana Santuario Nacional San José se vio llena de luz al iniciar la Vigilia Pascual, celebración que conmemora el momento en que Jesucristo resucitó.

La última parte del Triduo Pascual comenzó con la bendición del fuego que encendió el Cirio Pascual, del cual cientos de velas de los fieles fueron tomando la luz, luego fue proclamado el Pregón Pascual, para dar paso a la Liturgia de la Palabra, la cual contó de cinco lecturas y salmos del Antiguo Testamento, que van contando la historia de la salvación desde la creación del mundo.

Luego se cantó el Himno del Gloria acompañado del sonido de las campanas, para luego continuar con las lecturas del Nuevo Testamento, donde se concluye con el relato de la Resurrección de Cristo.

La homilía estuvo a cargo del arzobispo metropolitano de San José, Monseñor José Rafael Quirós, quien presidió la Vigilia Pascual. En ella recordó que la victoria de Jesucristo es el fundamento más importante de la fe cristiana católica.

"Nuestra Iglesia crece por la presencia viva y desbordante de la luz eterna de Jesucristo Resucitado en quienes han tomado la decisión de decirle "Sí" al Señor y por ello la afirmación de que Cristo ha resucitado debemos nosotros proclamarla con total alegría, certeza, decisión y sin temor alguno. Decimos sin temor que el sepulcro está vacío, ahí han quedado la oscuridad, el pecado los engaños, todas las ideologías que atentan contra la vida, el único referente para nosotros es el Señor, que está vivo, y que actúa en favor nuestro, por lo que hemos de estar dispuestos siempre a renovarnos en la luz del Señor", manifestó el prelado.

La Vigilia Pascual continuó con la Liturgia Bautismal, la cual tuvo el bautismo y la confirmación de un joven llamado Konrad, luego se dio paso a la renovación de promesas bautismales de todos los fieles presentes y la aspersión de agua.

Finalizados estos ritos, tuvo lugar la Liturgia Eucarística con normalidad, la cual; según lo manifestó el Padre Víctor Hugo Munguía, es la parte más importante de toda la Vigilia.

Este 20 de abril, Domingo de Resurrección, la celebración pascual ha continuado con la procesión de Cristo triunfante, saliendo de la Parroquia La Dolorosa hacia la Catedral Metropolitana, continuando con la Misa propia del día.