Condición del Papa es estacionaria
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Cardenal
Donatis presidió la Misa que le correspondía al Santo Padre.
David
Mora, periodista
Este
miércoles 5 de marzo, inicio de la Cuaresma, la Oficina de Prensa de la Santa
Sede comunicó que la salud del Papa Francisco se mantiene de forma estacionaria
en el Hospital Policlínico Agostino Gemelli, además de revelar que participó
del rito de la bendición e imposición de la ceniza, recibiéndola por parte del
celebrante y comulgando después.
El
Santo Padre no ha vuelto a presentar episodios de insuficiencia respiratoria,
durante el día se mantiene con la oxigenoterapia de alto flujo y por las noches
con la ventilación mecánica no invasiva, también se ha aumentado la
fisioterapia respiratoria y motora activa. El obispo de Roma pasó el día en
sillón.
La
Santa Sede también aclaró que la pulmonía que padece el Sumo Pontífice está
siguiendo el curso normal si está bajo tratamiento, también se destaca la ausencia
de convulsiones en los últimos dos días, aunque se necesita más tiempo para una
evaluación más profunda. El cuadro clínico del Papa Francisco es reservado por su
complejidad.
El
líder de la Iglesia Católica dedicó tiempo a sus actividades de trabajo, volvió
a llamar al cura párroco de la Sagrada Familia, en Gaza, el Padre Gabriel
Romanelli, y posteriormente se dedicó al descanso.
Mientras
tanto, en la Basílica de Santa Sabina, en Roma, lugar a donde tradicionalmente
el Papa peregrina en procesión y preside la Santa Misa del Miércoles de Ceniza,
la Eucaristía fue presidida en esta ocasión por el Cardenal penitenciario,
Angelo Donatis, quien leyó la homilía preparada por Francisco.
"Las
sagradas cenizas, esta tarde, se esparcirán en nuestra cabeza. Ellas reviven en
nosotros la memoria de lo que somos y la esperanza de lo que seremos. Nos
recuerdan que somos polvo, pero nos dirigimos hacia la esperanza a la que
estamos llamados. Nos damos cuenta de que somos frágiles cuando nos descubrimos
expuestos, en la vida social y política de nuestro tiempo, al polvo sutil que
contamina el mundo: la contraposición ideológica, la lógica de la
prevaricación, el retorno de viejas ideologías identitarias que teorizan la exclusión
de los demás, la explotación de los recursos de la tierra, la violencia en
todas sus formas y la guerra entre los pueblos. Todas son "polvos tóxicos", que
ofuscan el aire de nuestro planeta, impiden la convivencia pacífica, mientras
cada día crecen dentro de nosotros la incerteza y el miedo al futuro", leyó el
purpurado.
Los
cardenales residentes en Roma participaron de la celebración eucarística del
inicio de Cuaresma.
Fuentes: Vatican News y Rome Reports.