Jóvenes recibieron el Sacramento del Orden en la Catedral Metropolitana este sábado 1 de marzo
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Arzobispo
llamó a los nuevos diáconos a confiar su ministerio a Dios.
David
Mora, periodista
La
Catedral Metropolitana Santuario Nacional San José estuvo llena de fieles este
sábado 1 de marzo, el motivo fue la Santa Misa con el rito de Ordenación Diaconal
de cinco acólitos. La celebración fue presidida por el arzobispo metropolitano,
Monseñor José Rafael Quirós; quien fue acompañado por el obispo auxiliar de la
Arquidiócesis de San José, Monseñor Daniel Blanco, el Cabildo Metropolitano,
sacerdotes concelebrantes, diáconos y seminaristas.
Los
nuevos ministros ordenados son Jorge Amador, Omar Calderón, Adiel Mora, Efrén
Quirós y Álvaro Yataco. Ellos el pasado 12 de febrero realizaron su profesión
de fe en la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, en Goicoechea, durante la
reunión plenaria del clero. Ahora inician su ministerio diaconal luego de haber
participado de los ritos de la elección, las promesas, la súplica litánica, la
imposición de manos, la oración consecratoria y la entrega del libro de los
evangelios.
Durante
su homilía, Monseñor Quirós indicó a los nuevos diáconos que la clave del
ministerio de servicio que están iniciando es confiar siempre en Dios, y no en
sus propias fuerzas, hecho que lamentó como la causa de que sacerdotes vayan
descuidando su ministerio e incluso dejen de ejercerlo, porque sus propias
fuerzas los pueden terminar traicionando.
"No
se entendería que un ministro, en el ejercicio de su ministerio, sea de manera
aislada y de acuerdo a su parecer; por ello entendemos que nuestra fraternidad,
no se limita a verlo como la simple camaradería de encuentros espontáneos, sino
que incluyan, y es de suma importancia, los momentos de oración individual y la
oración en común...En los oídos de cada uno de ustedes han de resonar las
palabras que escuchó Jeremías: "No digas que eres un muchacho, pues irás a
donde yo te envíe y dirás lo que yo te mande, no tengas miedo, porque yo estoy
contigo para protegerte". Quien se acoge a la bondad y la misericordia del
Señor nunca tendrá miedo de su vida ministerial", manifestó el prelado.
El
diaconado es el primer nivel del Sacramento del Orden, su función es la proclamación
del Evangelio, la predicación, el servicio y colaboración directa con los
obispos y los presbíteros, además de poder presidir liturgias de la palabra, matrimonios
y exequias. No pueden presidir la Santa Misa, confirmar ni ungir enfermos.
Una
vez ordenados, los diáconos fueron mostrados a la asamblea y acogidos por sus
compañeros en el ministerio, también ejercieron su servicio litúrgico por
primera vez en el resto de la celebración y se consagraron al Sagrado Corazón
de Jesús. Al final la Santa Misa, los ordenados dieron sus primeras bendiciones
a familiares y amigos.