Monseñor Diego Ravelli leyó la homilía en el Jubileo de las Fuerzas Armadas
·
Francisco
ha mantenidos sus audiencias en la Casa Santa Marta.
David
Mora, periodista
Este
domingo 9 de febrero, durante la Santa Misa del Jubileo de las Fuerzas Armadas,
en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco interrumpió su homilía, se disculpó
con los fieles y explicó que le cedía el texto al maestro de celebraciones
litúrgicas, Monseñor Diego Ravelli, porque estaba sufriendo dificultades
respiratorias a causa de una bronquitis.
En
ocasiones anteriores, el médico encargado de atender al Santo Padre, el doctor
Nelson Castro, ha mencionado que el invierno en Roma es una época complicada
para la salud del Papa Francisco, pues ha recaído en varias ocasiones durante
esta estación. "El Papa tiene una tendencia a sufrir estas afecciones de las
vías aéreas superiores. Se resfría y eso después habitualmente se complica con
algún cuadro bronquial más que nada", explicó a Rome Reports.
Algunos
de estas afecciones del obispo de Roma complicaron algunos de sus compromisos;
en diciembre de 2023 no viajó a Dubai, la Semana Santa de 2024 tuvo altercados
como la omisión de la homilía en la Misa del Domingo de Ramos en la Pasión del
Señor y su ausencia en el Vía Crucis del Viernes Santo en el Coliseo Romano.
Desde
el miércoles 5 de febrero, al confirmarse su padecimiento de bronquitis, el
Papa no ha cancelado sus compromisos, sino que ha tenido sus audiencias en la
Casa Santa Marta. Este domingo fue su primera salida pública después de esta
decisión, donde a pesar del incidente, la celebración no perdió su solemnidad,
en ella se contó con la presencia de asociaciones y academias militares de todo
el mundo, más de 30 mil militares que peregrinaron y cruzaron la Puerta Santa
de la Basílica de San Pedro, capellanes y obispos castrenses que dan asistencia
religiosa a las fuerzas armadas.
En
su discurso, Francisco aplaudió el trabajo de los cuerpos de seguridad, quienes
luchan contra la criminalidad, pero les advirtió de la tentación de "cultivar
un espíritu de guerra". "Vigilen contra la tentación de cultivar un espíritu de
guerra; vigilen para no ser seducidos por el mito de la fuerza y el ruido de
las armas; vigilen para no contaminarse nunca por el veneno de la propaganda
del odio, que divide el mundo en amigos a los que defender y enemigos a los que
combatir", indicó el pontífice.
El
líder de la Iglesia Católica resaltó que el trabajo de las fuerzas armadas
siempre debe ir en el marco de la legalidad, en favor de "los más débiles",
también destacó su servicio "en las catástrofes naturales, por el cuidado de la
creación, por el rescate de las vidas en el mar, por los más frágiles".
Con
respecto a los capellanes de estas organizaciones, Francisco manifestó que "ellos
no prestan su servicio - como a veces ha pasado tristemente en la historia - para
bendecir perversas acciones de guerra".
En
esta ocasión no faltaron delegaciones que representaron a la Guardia Suiza, la
Gendarmería y el cuerpo de Bomberos del Vaticano.
Fuentes: ACI Prensa y Rome Reports.