Proyecto comenzó en 2019 entre costarricenses y colombianos
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Buscan
rescatar a jóvenes del flagelo de las drogas.
David
Mora, periodista
El
pasado domingo 19 de enero fue inaugurada oficialmente la Casa de la Juventud
Carlo Acutis, acto que se dio al finalizar una Santa Eucaristía presidida por
el obispo de la Diócesis de Limón, Monseñor Javier Román. Este es un proyecto
concebido desde 2019 y que fue trabajado en conjunto con la organización
colombiana, Central de Juventudes.
En
declaraciones a Radio Fides, el asesor nacional de Pastoral Juvenil, el Padre
Rodrigo Muñoz, explicó que "debemos entender que la casa de la juventud no es
ni un reformatorio, ni una clínica de atención de hermanos drogadictos"; sino
que "es un lugar donde poco a poco los jóvenes encuentren un hogar, un espacio
seguro para compartir la vida, para aprender de Dios, del arte de su autoconocimiento
y de cómo transformar su entorno más cercano".
El
sacerdote está a cargo del proyecto junto a los misioneros José María de Arteaga
y María Moral; de España, además de Giovanna Bernal y Marilyn Rodríguez; ambas
colombianas. Todos conforman el equipo de Pastoral Juvenil Nacional, Central de
Juventudes y la Diócesis de Limón, quienes comenzaron el proyecto en un curso
de asesores de Pastoral Juvenil, donde se consideraba la Casa Juvenil como una
necesidad, pero seis años después se ve como una urgencia.
"Algunos
asesores, incluso otros jóvenes lo conversábamos y soñábamos, veíamos opciones
y pensábamos en lugares. Se estuvo mirando distintas diócesis y lugares en el
país, varios obispos se mostraron interesados, pero al final se llega a concretar
el espacio que Monseñor Javier Román, en la Diócesis de Limón, ofrece para la
misma", comentó el presbítero.
Aunque
el lugar de acompañamiento todavía está en un proceso de organización, acomodo
de la casa y planificación del año, ya ha tenido la presencia de jóvenes de las
ocho diócesis del país, quienes han llegado a conocer la casa y a ofrecer su
servicio. El sacerdote explicó que están en una fase de un primer acompañamiento
a los misioneros extranjeros que han llegado a Costa Rica porque "hay que
acompañarlos primero a ellos para que luego podamos acompañar a los jóvenes que
nos lleguen".
"En
los últimos años hemos visto como la sociedad cada vez se fragmenta más y más.
Esta fragmentación se da en todos los ambientes y esto ha traído consecuencias
nefastas en la sociedad costarricense. Esta realidad se ve aún más afectada con
el flagelo de las drogas y la vinculación de los jóvenes a las actividades
propias del narcotráfico. Por tanto, debemos hacer una propuesta fuerte y
sincera, una auténtica opción preferencial por la juventud, entrando nosotros
como Iglesia a hacer "la propuesta de la vida", proponiendo de nuevas formas a
Cristo y así ofrecerle a esta sociedad una experiencia distinta que les
transforme la existencia", añadió el sacerdote.
La
casa fue encomendada a la intercesión del Beato Carlo Acutis, quien será
canonizado el 27 de abril, tomándolo como un modelo para la juventud actual.