Audiencia General
María, que escuchó el anuncio del ángel Gabriel y dio espacio a Dios abandonándose a Él, que acogió «al Verbo en su propia carne» lanzándose «a la misión más grande que jamás haya sido confiada a una mujer, a una criatura humana», se puso «al servicio» del Todopoderoso.
El Santo Padre, durante la audiencia general celebrada la mañana de este 22 de enero, en el Aula Pablo VI de la Ciudad del Vaticano, reanudó el ciclo jubilar sobre «Jesucristo, nuestra esperanza», en la segunda catequesis dedicada a «La infancia de Jesús».
El Papa desarrolló su reflexión sobre «El anuncio a María. Escucha y disponibilidad» y se detuvo en los «efectos de la fuerza transformadora de la Palabra de Dios» y en todo lo que nos enseña la Virgen, llamada a ser la madre del Mesías.
Aprendamos de María, Madre del Salvador y Madre nuestra, a dejarnos abrir los oídos a la Palabra divina, a acogerla y apreciarla, para que transforme nuestros corazones en tabernáculos de su presencia, en hogares hospitalarios donde pueda crecer la esperanza.
Fuente: .vaticannews.va