Consagran a Obispo Auxiliar en el Vaticano
·
Indicar,
seguir y permanecer
David
Mora, periodista
Aunque
no presidió la celebración, el Papa Francisco se hizo presente el sábado 4 de enero
en la Basílica de San Juan de Letrán para participar de la ordenación episcopal
de un nuevo obispo auxiliar para la Diócesis de Roma: Monseñor Renato
Tarantelli, quien ahora es uno de sus más cercanos colaboradores.
La
Santa Eucaristía con el rito consecratorio fue presidida por el vicario del
Santo Padre, el Cardenal Baldassare Reina, siendo los obispos co-consagrantes
el arzobispo metropolitano de Viena, el Cardenal Christoph Schonborn, y el obispo
auxiliar de la "ciudad eterna", Monseñor Michele Di Tolve.
Durante
su homilía, el vicario del Santo Padre resaltó que la presencia del Sumo
Pontífice en la ordenación episcopal de su obispo auxiliar "refuerza los lazos
de comunión entre nosotros"; por lo que le agradeció por "lo que hace cada día
en favor de la Iglesia universal desde esta parte de la Iglesia que preside en
comunión y caridad", también le aseguró su oración por él a nivel personal y
comunitario.
Además,
realizó un análisis sobre la vocación sacerdotal, pero destacó que hay tres
verbos que deben tener muy presentes quienes han sido llamados al servicio episcopal:
Indicar, seguir y permanecer.
"Necesitamos
pastores que no sustituyan a Cristo, sino que sepan indicarlo y guiar a cada
hombre y mujer a contemplar el rostro misericordioso de Cristo. Camina con su
pueblo, pero siempre con la mirada dirigida hacia el Maestro. Como enseña la
tradición apostólica, el episcopado no es un honor, sino un servicio: el de ser
transparencia de Cristo, entregándole toda la vida a Él y a su cuerpo místico",
indicó el purpurado.
Al
estar presente el Papa Francisco en la celebración, después de la proclamación
del Evangelio, le fue presentado Monseñor Tarantelli como obispo electo y, tal
como lo indica el rito, eligió al candidato para ser ordenado. Durante la
imposición de manos, el primero que realizó el signo fue el Cardenal Reina como
presidente de la celebración, luego el Santo Padre, posteriormente lo hicieron
los co-consagrantes y finalmente lo hicieron los demás obispos presentes.
Una
vez realizada la oración consecratoria, a Monseñor Tarantelli fue ungido en la
cabeza con el Santo Crisma, se le otorgaron las insignias episcopales: el
anillo, el solideo, la mitra y el báculo. Inmediatamente se le dio la sede, la Misa
continuó con normalidad hasta antes de la bendición final, cuando el prelado
recién ordenado recorrió la Basílica Papal bendiciendo a los fieles.
Después
de la Misa, el Sumo Pontífice regresó al Vaticano.
Fuente: Vatican News.