Rito se realizó en Basílicas Papales de Santa María La Mayor y San Pablo Extramuros
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Cardenal
resalta la importancia de la Virgen María en el Año Santo
David
Mora, periodista
El
inicio del 2025 no sólo ha traído nuevas metas, expectativas y proyectos; sino
que en sus primeros días sean abiertos las Puertas Santas restantes del Año
Jubilar de la Esperanza, inaugurado por el Papa Francisco el 25 de diciembre de
2024. Estas últimas puertas se abrieron en la Basílica de Santa María La Mayor
y la Basílica de San Pablo Extramuros.
En
la Solemnidad de Santa María Madre de Dios, el miércoles 1 de enero de 2025, se
realizó el rito de apertura en la Basílica Papal dedicada a la Virgen María,
esta celebración eucarística fue presidida por el arcipreste coadjutor del
templo, el Cardenal Rolandas Makrickas. Uno de los actos históricos vistos
durante el rito fue el repique de la campana conocida como "La Sperduta" (La
Perdida), que hasta marzo de 2024 estuvo en los Museos Vaticanos por 140 años.
En
su predicación, el purpurado habló sobre esta campana que anuncia las horas en
Roma, pero que también recuerda las palabras de San Pablo Apóstol: "Cuando
llegó la plenitud de los tiempos, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer". También
rescató que tiempo es parte de la creación de Dios; y que ha sido el ser humano,
quien, a lo largo de la historia, ha buscado perfeccionarlo con nuevas
tecnologías, pero aseguró que esos intentos normalmente terminan en su pérdida,
en lo que se puede llamar "la fatiga del tiempo".
El
Cardenal Makrickas también habló sobre el significado del icono de la Salus
Populi Romani, que es un símbolo de la devoción mariana en Roma. También
parafraseó la homilía del Santo Padre el 28 de enero de 2018, recordando que la
Madre de Dios "custodia la fe, protege a sus hijos y aleja el mal", además de
recordar que ella "es el arca segura en medio de diluvio".
También
resaltó la importancia de mirar a María durante el Año Santo y acercarse a ella
en oración, además de exhortar a tener preocupación por los más necesitados.
Posteriormente,
el domingo 5 de enero, se abrió la última Puerta Santa en la Basílica de San
Pablo Extramuros, la Santa Misa con el rito de apertura fue presidida por el
arcipreste, el Cardenal James Michael Harvey. En su homilía, el religioso
destacó que "la apertura de la Puerta Santa marca el paso salvífico abierto por
Cristo con su encarnación, muerte y resurrección, llamando a todos los miembros
de la Iglesia a reconciliarse con Dios y con el prójimo".
"A
través de esta experiencia, la Iglesia invita a cada peregrino a emprender un
viaje espiritual tras las huellas de la fe y espera sinceramente que esto
reavive la llama de la esperanza en sus corazones...Con espíritu de verdaderos
peregrinos, caminando, por así decirlo, con la cruz en la mano, acojamos con
alegría el llamamiento del Papa Francisco a toda la Iglesia para este Jubileo
que acaba de comenzar. Una llamada urgente y exigente a la vez, para que no
sólo tengamos esperanza, sino que irradiemos esperanza, seamos sembradores de
esperanza. Y este es, sin duda, el don más hermoso que la Iglesia puede ofrecer
a toda la humanidad, especialmente en este momento de su historia", explicó.
Al
finalizar, el Cardenal Harvey recordó que el mundo necesita esperanza en el
periodo posterior a la pandemia de Covid-19 y en el curso de tragedias, guerras
y crisis.
Fuente: Vatican News.