Responsive image

Arzobispo

La Sagrada Familia

Mons. José Rafael Quirós Quirós, arzobispo metropolitano de San José

Al contemplar el portal de Belén, somos acogidos por la serena imagen de la Sagrada Familia: Jesús, María y José, cuya presencia irradia amor y armonía. No obstante, junto a esta escena de profunda paz, se gesta una historia marcada por grandes desafíos y adversidades. Desde la búsqueda desesperada de un lugar para el nacimiento del Salvador, que culminó en un humilde pesebre, hasta la huida a Egipto para escapar de la persecución de Herodes, la vida de la Sagrada Familia estuvo marcada por pruebas constantes.

Por ello, la Sagrada Familia encarna valores y virtudes que, a pesar del tiempo, siguen siendo relevantes y ofrecen enseñanzas profundas para las familias de hoy.

La vida de la Sagrada Familia estuvo profundamente arraigada en la fe. María aceptó con humildad y obediencia la voluntad de Dios al concebir a Jesús. José, por su parte, mostró una confianza inquebrantable al asumir su papel de protector y guía, incluso en circunstancias difíciles como la huida a Egipto para proteger al niño Jesús.

La Sagrada Familia es un modelo de amor auténtico y unidad. A pesar de las dificultades, como la pobreza y el exilio, mantuvieron una unión basada en el respeto mutuo y el compromiso. Este amor se manifiesta en las acciones concretas de servicio y sacrificio por el bienestar del otro, creando un ambiente de paz y armonía en el hogar.

Vivieron una vida sencilla en Nazaret, alejados de las comodidades materiales, valorando lo esencial y cultivando una espiritualidad profunda, centrada en el servicio y la entrega. Su estilo de vida nos enseña la importancia de la simplicidad y de enfocarnos en lo verdaderamente importante.

José, como carpintero, y María, en las labores del hogar, demostraron la dignidad del trabajo honesto. Enseñaron a Jesús el valor del esfuerzo y la responsabilidad, preparando el camino para su misión futura y resaltando la importancia de la ética laboral y la responsabilidad en nuestras tareas diarias.

Igualmente, la Sagrada Familia enfrentó situaciones que requerían diálogo y comprensión mutua, como el episodio en el que el niño Jesús se perdió y fue hallado en el templo. Estas experiencias fortalecieron su relación y les enseñaron la importancia de la comunicación abierta y el entendimiento en la resolución de conflictos.

Desde el nacimiento de Jesús en un pesebre hasta la huida a Egipto, la Sagrada Familia mostró una capacidad admirable para adaptarse y superar las dificultades. Su fortaleza es un ejemplo de cómo enfrentar los desafíos con determinación y esperanza.

Y, sobre todo, María y José educaron a Jesús en un ambiente de fe, amor y respeto, inculcándole valores que serían fundamentales en su vida y su misión. Este aspecto destaca la responsabilidad de los padres en la formación integral de sus hijos.

En un mundo donde el concepto de familia ha evolucionado y enfrenta diversos desafíos, los atributos de la Sagrada Familia de Nazaret ofrecen un modelo de virtudes que pueden guiar y fortalecer a las familias contemporáneas en su búsqueda de unidad y amor.

En la actualidad, la familia, en general, enfrenta múltiples amenazas que buscan desestabilizar esta institución esencial. Ideologías contemporáneas, incluyendo las de género, promueven una visión relativista de la identidad y la familia, desafiando los principios tradicionales que han sustentado nuestra sociedad por generaciones. Aunado a ello, las dificultades económicas también juegan un papel crucial en la desintegración familiar. La precariedad laboral, el desempleo y las crisis financieras generan tensiones que pueden llevar a conflictos internos y, en muchos casos, a la ruptura del hogar.

Es en estos momentos de adversidad donde debemos recordar la importancia de la solidaridad y el apoyo mutuo dentro de la familia, buscando soluciones conjuntas y fortaleciendo nuestros vínculos afectivos. Sigamos el ejemplo de Jesús, María y José, construyendo hogares donde prevalezcan el amor, el respeto y la fe, y así, juntos, superemos cualquier adversidad que se nos presente. Nuestra Patria lo necesita.

¡Que Dios bendiga a todas nuestras familias y nos guíe en el camino de la unidad!