Obispo emérito recibió la ordenación presbiteral el 19 de diciembre de 1964
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Trayectoria
de servicio de Monseñor José Francisco Ulloa Rojas
David
Mora, periodista
Este
jueves 19 de diciembre, el obispo emérito de la Diócesis de Cartago, Monseñor
José Francisco Ulloa, cumple 60 años de vida sacerdotal. Su ordenación
presbiteral fue el 19 de diciembre de 1964 en la Catedral Metropolitana de San
José, por manos del entonces arzobispo, Monseñor Carlos Humberto Rodríguez.
En
una entrevista realizada por la Comisión de Comunicación de la Diócesis de
Cartago, Monseñor Ulloa hizo un recuento de su vida desde la escuela, pasando
por la formación en el seminario y su ministerio sacerdotal. Destacó su origen de
una familia de bajos recursos, por lo que tenía dificultad para terminar los
estudios escolares; cuando pasó el cuarto grado en la Escuela de Cipreses, una maestra
le insistió que sacara el sexto, por lo que fue trasladado a la Escuela de
Cervantes, donde cursó el quinto y sexto año. También recordó que siempre iba
al centro educativo y regresaba a su casa caminando.
Desde
temprana edad, tuvo varios momentos que lo hicieron considerar que Dios lo
llamaba al sacerdocio, incluso varios sacerdotes le preguntaron si tenía
inquietudes hacia esta vocación, a lo que siempre respondía afirmativamente, y
aunque no tenía los recursos para la formación, las puertas se fueron abriendo
en el camino. Ingresó a Seminario Menor en Dulce Nombre de La Unión, formaba
parte de un grupo de 64 seminaristas, de los cuales solo 7 pasaron al Seminario
Mayor, en Paso Ancho, al año siguiente a cursar dos años de Filosofía y cuatro
de Teología, hasta que llegó a la ordenación diaconal y presbiteral.
"Cuando
yo estaba postrado, a mí se me vinieron las lágrimas de la emoción y decía: "¿Seré
yo el que está aquí?", fue muy emocionante, mi mamá me decía que estuvo
llorando casi todo el tiempo, lo recibí como una gracia de Dios, él me escogió
a mi para esto, fue un llamado muy especial y yo traté de responder durante los
seis años de formación", comentó el prelado.
Como
neopresbítero, el Padre Ulloa fue nombrado vicario en la Parroquia Inmaculada
Concepción de María, en Heredia, donde estuvo seis meses, luego fue trasladado
a la Iglesia La Soledad, en San José, donde pasó otro semestre. El 1 de octubre
de 1965, en obediencia al arzobispo, se encaminó hacia Roma para estudiar
Sociología Pastoral, llegando en el ambiente de la finalización del Concilio
Ecuménico Vaticano II.
El
sacerdote también trabajó en el Movimiento Internacional "Por un Mundo Mejor", posteriormente
fue nombrado formador en el Seminario Central, allí estuvo desde 1971 a 1992, del
cual en los últimos 10 años; desde 1982, fue rector. Una vez terminada su labor,
Monseñor Román Arrieta lo envió como párroco y rector de la Basílica de Nuestra
Señora de los Ángeles, en Cartago. Esta fue la única comunidad que estuvo a su
mando.
"Fue
la experiencia más maravillosa que he tenido yo en mi vida sacerdotal, porque
todo lo que yo había acumulado de conocimiento lo apliqué ahí, y sobre todo
tratándose de una parroquia muy especial; porque no solo es una comunidad de
fieles, sino que es un Santuario Nacional, entonces hay que darle las dos
dimensiones. Hice una comisión importante para el Santuario, hicimos varios
cambios, entre ellos la plazoleta, que es fruto de ese tiempo", comentó.
Tras
tres años, el 30 de diciembre de 1994, se anunció que el Papa San Juan Pablo II
creó la Diócesis de Limón y lo nombraba su primer obispo, siendo que el 22 de
febrero de 1995 recibió la ordenación episcopal por la imposición de manos del
entonces nuncio apostólico en Costa Rica, Monseñor Giacinto Berloco. Recordó
que en este territorio hay realidades particulares, como la diversidad
cultural, donde también trabajó con líderes de otras denominaciones cristianas.
El
22 de mayo de 2005, el Papa Benedicto XVI creó la Diócesis de Cartago, separando
este territorio de la Arquidiócesis de San José, y nombró al prelado como su
primer obispo. Monseñor Ulloa destacó que Cartago tiene varias ventajas sobre
Limón: Es la provincia con más católicos en el país, tiene a la Virgen de los Ángeles
y es un semillero de vocaciones; y esto lo vio personalmente porque en Limón
ordenó solo a 9 sacerdotes en 12 años, mientras que en Cartago ordenó a 34 casi
en el mismo periodo.
El
prelado recordó que siempre ha tenido una relación cercana con los últimos
papas; a San Juan Pablo II lo conoció en su vista a Costa Rica en 1983, cuando
lo recibió en el Seminario Central, además de compartir varias veces ya siendo
obispo, también compartió con Benedicto XVI. Durante la conferencia en Brasil,
que dio origen al Documento de Aparecida en 2007, conoció al Cardenal Jorge
Mario Bergoglio, siendo ambos presidentes del episcopado en sus países, ahora
siendo Bergoglio el Papa Francisco, siempre se han mantenido muy cercanos,
comentó que él siempre lo reconoce.
Monseñor
Ulloa mencionó que desea ser recordado como "el obispo en medio de su pueblo", que
nunca hizo distinción de personas y que a cada una le dio el mismo cariño y valor.
Fuente: Diócesis de Cartago.