Josué Rivera fue seleccionado para participar en serenata a la Virgen
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Canción
es parte de su primera producción original
David
Mora, periodista
Cada
11 de diciembre por la noche, en México se vive una gran fiesta en la Basílica
de Nuestra Señora de Guadalupe, horas antes de que inicie su día. Decenas de
artistas mexicanos y cantautores católicos de diferentes partes del mundo son
seleccionados para participar de la serenata; en esta ocasión, un costarricense
pudo cantarle a la Madre de Dios, su nombre es Josué Rivera.
Desde
hace 25 años, este joven ha servido en diferentes áreas en la Parroquia San
Juan de Dios, en Desamparados, como formador, Ministro Extraordinario de la Comunión
(MEC), además de la música católica en grupos juveniles y la Renovación
Carismática Católica (RCC).
Fue
hasta este 2024 que Rivera sacó su primera producción musical con canciones
originales, llamada "Regalo de Dios", en la que hay un tema hecho para la Madre
de Cristo titulado "Oh María". Esta canción fue hecha para estrenarse el 2 de
agosto, en la Solemnidad de Nuestra Señora de los Ángeles; y el video musical
fue grabado en su Basílica en Cartago, así fue enviado para concursar para ser
parte de la serenata a la Guadalupana.
"En
setiembre vi en la página de Facebook de la Basílica que abrían la convocatoria
para concursar para la serenata de este año, y junto con mi esposa mandamos el
correo con lo que ellos pedían: el video, la canción, la letra, una carta del
cura párroco de uno y una carta expresando porqué nosotros queríamos cantarle a
la Guadalupana y en cuestión de un día me respondieron que fui aceptado y que
me preparara para ir a México. Mi esposa y yo no podíamos creerlo, hubo llanto
de alegría, fue una emoción grandísima. Así fue que se dio", explicó Rivera a
Radio Fides.
Para
Josué el haber estado presente frente a la tilma de San Juan Diego, donde está
la imagen de la Virgen, y cantar allí es un momento que no va a olvidar, además
de estar asombrado por los 12 millones de personas que llegan a peregrinar al
Tepeyac, haciendo la comparación de que; si en Costa Rica es fuerte la
aglomeración de alrededor de 2 millones en la romería, en México se siente más
el impacto. Esto lo vivió al tener que caminar cerca de 2 kilómetros varias
veces cuando se trasladaba de la Basílica al hotel.
"En
el momento de cantar fue muy curioso, mi esposa me decía: "¿Está muy nervioso?",
yo le decía que no quería darle mente a eso, estaba muy tranquilo. Cuando se
acerca el momento, lo pasan a uno a un auditorio donde están todos preparándose
para cantar y después se pasa por unas gradas que están por debajo del altar
mayor y luego se pasa por un palco al frente del altar. Ya cuando llegó el
momento y me dan el micrófono, ahí es donde empieza uno a respirar más acelerado,
recuerdo que mis manos parecían un tempano de hielo, frías; pero empezó a sonar
la música y yo clavé mirada en la Virgen, yo me sentí como si estuviera solo
frente a ella en ese momento, fue un regalito muy humilde, pero yo estaba con
todo el amor del mundo", indicó.
Josué
aconsejó a quienes sirven en los ministerios de música católicos, a que siempre
busquen primero dar el mejor servicio a Dios con amor, ya que el resto de los
hechos vendrá según sea a voluntad de él.