Grupo de neopresbíteros es el más grande en los últimos 25 años
·
Clérigos
sienten gratitud por el regalo que Dios les ha dado
David
Mora, periodista
La
Arquidiócesis de San José se encuentra de fiesta, ya que este sábado 7 de
diciembre se realizó la Ordenación Presbiteral de ocho nuevos sacerdotes en la
Catedral Metropolitana Santuario Nacional San José. Este grupo de
neopresbíteros es el más grande en los últimos 25 años, la ordenación más
reciente que supera a esta es la que se efectuó del 8 de diciembre del 2000,
donde se consagraron 11 presbíteros y un diácono.
La
Santa Eucaristía fue presidida por el arzobispo metropolitano de San José,
Monseñor José Rafael Quirós, acompañado por el obispo auxiliar de la
Arquidiócesis, Monseñor Daniel Blanco, y parte del clero, diáconos y
seminaristas. Los nuevos sacerdotes son Ronny Arce, Juan Manuel Arias, Oscar
Carmona, Marvin López, Luis Diego Naranjo, Roberto Rodríguez, Erick Rojas y
Juan Alfonso Varela.
Los ritos vividos fueron la Elección de los Candidatos, las Promesas de los Elegidos, la Oración Litánica, la Imposición de Manos, Oración Consecratoria, además; una vez ya están ordenados presbíteros, se les hizo la Unción de las Manos y la Entrega de las ofrendas.
Durante su
homilía, Monseñor Quirós explicó a los ordenandos que sus acciones siempre
deben reflejar a Cristo justo y misericordioso, además de instarlos a no perder
el sentido de lo sagrado al administrar los sacramentos.
"Como
sacerdotes, no perdamos la consciencia, sobre todo al presidir la celebración
de la Santísima Eucaristía, de que debemos de hacerlo con gozo, alegría y
dignidad, que vivamos junto a la comunidad ese momento sublime del cielo. Como
pueblo santo de Dios, continuemos valorando y amando el ministerio sacerdotal
como regalo del Señor, la oración de todos ustedes es sumamente importante para
todos nosotros, la necesitamos, al igual que nosotros oramos por todos los fieles", indicó el arzobispo.
Radio
Fides conversó con los nuevos clérigos, el Padre Erick Fallas manifestó que lo
que vivió "es un regalo" por el que siente "una emoción muy grande", porque la
ordenación "no es el culmen ni lo máximo, sino donde todo más bien comienza". "El ser instrumento de la misericordia, no porque uno sea lo mejor, sino porque
el Señor lo ha escogido a uno así como es, se convierte en una ayuda para uno,
como cuando uno va a evangelizar y sale evangelizado, me siento muy
emocionado", indicó.
Por
su parte, el Padre Luis Diego Naranjo, expresó que siente gratitud por lo que
Dios ha hecho en su vida y que su mayor anhelo de ser sacerdote es llegar a la
santidad; ese mismo agradecimiento lo manifestó el Padre Oscar Carmona porque
su proceso vocacional lo ha vivido al lado de toda su familia, con quienes se
ha preparado para el momento de su ordenación, también destacó que de la
Parroquia La Asunción de la Virgen María, en Ciudad Colón, su comunidad de
origen, no ha salido ningún sacerdote desde hace 42 años.
El
Padre Marvin López, oriundo de la Parroquia San Miguel Arcángel de Escazú,
destacó que la última vez que un sacerdote de su comunidad recibió la
ordenación fue hace 24 años en el grupo del 2000; este fue el Padre Alcides
Fernández, quien falleció pocos meses después, en noviembre de 2001, víctima de
un accidente de tránsito. Mencionó la curiosidad de que ambos recibieron la
ordenación en el contexto de años jubilares. "Nuestro ministerio es un
complemento que inició con el diaconado, en el que uno experimenta el sentido
del servicio, pero ahora yo lo puedo ligar aún más al sacrifico por la Iglesia
y el Pueblo de Dios, si este no es el sentido del sacerdote, por más
ordenación, no va a ocurrir nada", explicó el neopresbítero.
Además,
el Padre Roberto Rodríguez expresó que siente confianza en Dios, la cual le ha
acompañado al dejar su natal Argentina para unirse al proceso formativo, con su
ministerio tiene la meta de "ser fiel siempre al Señor", sobre todo en aquellas
cosas que no le agraden. También el Padre Alfonso Varela mencionó que desea
poner toda su confianza en el Señor, además de estar feliz porque la fecha de
su ordenación coincide con su cumpleaños 45.
El
Padre Juan Manuel Arias es el más joven del grupo con 27 años, está emocionado
porque "lo bonito de la vocación es no saber para donde se va y que Dios es
fiel, por lo que él no le va a pedir a uno algo que no pueda hacer", además de
sentirse agradecido con Dios por los frutos que se dan por el caminar que llevó
en su familia. El Padre Ronny Arce tiene un pensamiento de incredulidad al
ver que ha llegado el momento de ordenarse, pero tiene buenos deseos de llevar
a un buen término lo que el Señor ha iniciado en él, también destacó que este
año fue "para recordar los primeros amores", ya que le correspondió acompañar a
los jóvenes que estaban en los encuentros de la Pastoral Vocacional.
Al finalizar la celebración, los neopresbíteros se consagraron al Sagrado Corazón de Jesús, luego dieron su primera bendición a los obispos presentes y posteriormente a sus familiares y amigos.