Proceso "extraordinario" ya ha sido realizado por Francisco en otras ocasiones
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El proceso normal determina que se debe comprobar un milagro
por intercesión del candidato
David Mora,
periodista
El Papa
Francisco aprobó la beatificación de la religiosa española Juana de la Cruz,
acogiéndose a lo que se denomina una causa "equivalente", "extraordinaria" o "a
ciencia cierta", que es cuando se eleva a los altares a una persona por su fama
de santidad, eximiéndola de la aprobación de un milagro atribuido a su
intercesión. Esta excepción ya la ha realizado varias veces durante su pontificado.
Las normas del
Dicasterio para las Causas de los Santos y la disposición de San Juan Pablo II
en la Constitución Apostólica Divinus Perfectionis Magister especifican que es
necesario que se demuestre un milagro para la beatificación de una persona, y para
la canonización un segundo hecho milagroso ocurrido después de la beatificación.
Es función del prefecto del Dicasterio dar un veredicto positivo sobre el
milagro, luego de que este sea sometido a una investigación exhaustiva, luego
lo pasará al Papa y este deberá aprobarlo o negarlo.
A pesar de esta
normativa, el obispo de Roma puede ordenar el culto público hacia una persona
sin pasar por el proceso ordinario, las condiciones están en De Servorum Dei
Beatificatione et Beatorum Canonizatione; allí se indica que el Papa puede
dispensar si el santo ha sido venerado desde antes de 1534 y de forma continuada
por la Iglesia, también se puede hacer si son figuras eclesiales importantes
con un culto público antiguo extendido, además de una fama de santidad entre
los fieles.
El Papa
Francisco realizó esta excepción por primera vez con Santa Ángela de Foligno;
una de las místicas más reconocidas de la Edad Media, el 9 de octubre de 2013,
luego lo hizo con San Pedro Fabro el 17 de diciembre del mismo año, poco tiempo
después lo hizo con el sacerdote José Anchueta, quien fue agregado al Libro de
los Santos e 3 de abril de 2014, luego lo volvió a realizar con San Juan XXIII,
a quien canonizó junto a San Juan Pablo II el 27 de abril de 2014.
Antes de Juana
de la Cruz, el 8 de junio de 2019, en Polonia, el monje agustino Michal
Giedroyc fue beatificado.
Fuente: ACI
Prensa.