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Iglesia

Nuncio visita Seminario Nacional

Monseñor Gerard compartió con estudiantes y formadores

·         Oración, obediencia y celibato

 

David Mora, periodista

El pasado 11 de noviembre, el nuncio apostólico de Costa Rica, Monseñor Mark Gerard Miles, visitó las instalaciones del Seminario Nacional Nuestra Señora de los Ángeles, en Paso Ancho, San José. Allí compartió con seminaristas, y formadores durante su primera visita a este sitio.

El representante del Papa Francisco en el país agradeció al rector del Seminario, el Padre Carlos Coto, por la invitación de ir al centro de formación; ya que esto le permite conocer más a fondo una realidad de la Iglesia en Costa Rica, que él considera difícil de dimensionar porque "estamos hablando del lugar en que se forman académicamente y en la fe a aquellos que están madurando la vocación al sacerdocio para la atención pastoral de toda una nación".

Después de ser recibido en la Capilla Mayor e invocar a la Virgen María, el obispo se dirigió a los formadores y seminaristas, destacando que existe una necesidad de profundizar en este sitio durante el espacio formativo en tres aspectos: La oración, la obediencia y el celibato.

"La oración es indispensable: si queremos poner a Dios en el primer lugar de nuestras vidas, no podemos dejar de lado la oración. Quisiera considerar la oración como la relación entre amigos. ¿Cómo está mi amistad con Jesús, el amigo que nunca falla? Los amigos pasan tiempo juntos, y por esta razón los quiero animar a desarrollar la práctica de pasar tiempo delante del Santísimo. Esa disciplina es también amor, y les va a ayudar mucho, si Dios quiere, en el futuro ministerio", indicó Monseñor Gerard.

Por otro lado, con respecto a la obediencia, mencionó que el sacerdote siempre debe tener el ejemplo de Jesucristo Buen Pastor, quien vino a servir y no a ser servido, y tiene el deber de reflejarlo en su vida. Recordó que "la experiencia comunitaria en el Seminario es sin duda una ocasión preciosa para poner en práctica este consejo evangélico de la obediencia, para que por medio de la gracia de Dios sea posible hacerlo vida en el ministerio del sacerdocio".

Al hablar del celibato, el obispo manifestó que este es un don con el que el Señor ha bendecido a la Iglesia, particularmente por medio de a quienes llama a la vida sacerdotal, comentando que esto no es posible vivirlo sino es con una visión sobrenatural, de dependencia y abandono a la voluntad de Dios, porque el ser humano es muy frágil. "Cuando se trata de los dones de la gracia, no es el Reino de Dios el que tiene que adaptarse al mundo, sino lo contrario", indicó.

El seminarista Esteban Mora Madrigal, del primer año de la Etapa Discipular, conversó con Radio Fides, y comentó que el trato con el prelado fue agradable para el discernimiento vocacional de cada seminarista. "Fue una visita muy modesta, con los que habló les preguntaba el nombre, fue muy realista con la situación de la Iglesia de Costa Rica, contó sobre su experiencia en otras designaciones pastorales y la Iglesia que ha visto en esos lugares. Nos dijo que le ha agradado mucho la Iglesia en Costa Rica, porque es una Iglesia muy piadosa. Me gustaron las palabras del nuncio, fueron muy esperanzadoras".

Al finalizar, el prelado agradeció el poder asistir a lo que para él es un pilar fundamental en aquellos que se preparan para "ser otros Cristos en el Sacramento del Orden", aseguró su oración por los seminaristas, para que disciernan bien su vocación, y por los formadores y obispos para que sean "instrumentos dóciles en las manos del Señor".  Después de esto, se retiró a conversar con los formadores en privado.