Arzobispo de San José pastoreó la Iglesia arquidiocesana desde 1979 al 2002
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Prelado
estuvo al frente de proyectos de construcción en la Arquidiócesis
David
Mora, periodista
Este
miércoles 13 de noviembre se cumplen 100 años del nacimiento de quien fue el V
arzobispo metropolitano de San José, Monseñor Román Arrieta; quien fue el pastor
de la Iglesia arquidiocesana desde el 2 de agosto de 1979 hasta el 18 de
octubre de 2002. El prelado falleció el 8 de marzo de 2005, a causa de un tumor
cerebral.
Oriundo
de San Antonio de Belén, en Heredia, Monseñor Arrieta nació el 13 de noviembre
de 1924 en una familia humilde, sus estudios primarios los hizo en la Escuela
España, el Instituto de Alajuela y el Colegio Seminario. Ingresó al Seminario
Central en 1943 y recibió la ordenación presbiteral el 18 de diciembre de 1948
por el entonces obispo de Alajuela, Monseñor Juan Vicente Solís.
El
joven sacerdote fue designado como vicario parroquial en San Ramón de Alajuela,
y luego se fue a Washington, Estados Unidos, para obtener una maestría en
Educación en la Universidad Católica de América. En 1952 volvió a Costa Rica y
fue docente de Inglés y Ciencias Naturales en el Seminario Menor, también fue
cura párroco en San Carlos, fundó y dirigió la Revista Catolicismo, fue
director de la Oficina para la Defensa de la Fe, capellán de la cárcel en la
Isla San Lucas, promotor vocacional y delegado episcopal para la construcción
del Seminario Menor de la Inmaculada en Tacares de Grecia.
Monseñor
Arrieta fue electo como el primer obispo de la recién creada Diócesis de
Tilarán-Liberia por el Papa San Juan XXIII, recibió la ordenación episcopal en
la Catedral de Alajuela, el 21 de setiembre de 1961, también participó de las
sesiones del Concilio Vaticano II y en la comisión que reformó el Código de
Derecho Canónico. San Juan Pablo II lo nombró arzobispo metropolitano de San
José y tomó posesión el 2 de agosto de 1979 durante la Solemnidad de Nuestra
Señora de los Ángeles, presidiendo la Santa Misa en el parque de la Basílica en
Cartago, también fue el encargado de recibir al Papa polaco en su visita a
Costa Rica en 1983.
Entre
los trabajos realizados por entonces arzobispo fue ampliar y remodelar las
instalaciones del Seminario Nacional Nuestra Señora de los Ángeles, donde se
estableció una biblioteca y el centro de documentación, estuvo al mando de la
restauración de la Catedral Metropolitana; en la que se cambiaron las torres del
campanario debido a falseamientos provocados por diferentes sismos, también restauró
los edificios administrativos de la Curia Metropolitana, trabajó por la
construcción del edificio de la Conferencia Episcopal de Costa Rica (CECOR),
estuvo involucrado en la creación de la Universidad Católica de Costa Rica (UCAT),
en la construcción del edificio para el Curso Introductorio del Seminario,
ubicado en La Garita, de Alajuela, también fomentó la educación religiosa en
centros educativos públicos para promover los valores morales.
El
prelado estuvo al frente de proyectos como el fondo de Servicios Pastorales, la
seguridad social del clero y una red de emisoras católicas. San Juan Pablo II
aceptó su renuncia al gobierno pastoral de la Arquidiócesis el 13 de julio del
2002, pasando a ser administrador apostólico y convirtiéndose en arzobispo
emérito el 18 de octubre de ese mismo año, cuando fue sucedido por el I obispo
de Puntarenas, Monseñor Hugo Barrantes, fallecido recientemente el pasado 28 de setiembre.
Durante
su funeral, el 10 de marzo de 2005, se presentó el entonces presidente de la República,
Abel Pacheco, ministros, diputados y embajadores; también concelebraron obispos
auxiliares de Cuba, Panamá, Guatemala y República Dominicana. La madre del
arzobispo, Mercedes Villalobos, con 100 años de edad en aquel entonces, estuvo
presente en la Santa Misa Exequial.
El
cuerpo de Monseñor Arrieta descansa en costado sur del presbiterio de la Catedral,
bajo el altar del Sagrado Corazón de Jesús.