Reliquia permanecerá a la vista de los fieles hasta el 8 de diciembre
·
Restauración
de las obras de Bernini
David
Mora, periodista
Los
peregrinos que visiten la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, podrán venerar
al frente del altar, hasta el próximo 8 de diciembre, la Cátedra del Apóstol San
Pedro, una silla que simboliza la autoridad magisterial del Papa y que ha sido
retirada de su reliquiario de bronce dorado. Esta se encuentra expuesta justo
encima de la tumba del pescador.
La
Cátedra de San Pedro, según cuenta la historiadora de arte, Elizabeth Lev, se
debe entender como la silla donde el maestro imparte su enseñanza, por lo que ?simboliza
el deber del Papa de transmitir la enseñanza de Cristo de generación en generación?,
además de que ?su antigüedad (Siglo IX) habla de un papado que ha perdurado a
través de los siglos, desde San Pedro, que gobernó una huía tratando de evangelizar
con el poder del Imperio Romano tratando de acabar con él, hasta el establecimiento
de la Iglesia Católica y su arraigo en la Ciudad Eterna, hasta nuestro 266°
sucesor de San Pedro, el Papa Francisco?.
Se
cree que esta silla fue regalada por el emperador del Sacro Imperio Germánico
Carlos el Calvo al Papa Juan VIII, en el año 875 d.C., para que esta fuera
usada en la coronación navideña del emperador en la antigua Basílica de San Pedro.
En el travesaño de la silla se encuentra una representación del emperador y en
los paneles de marfil se ilustran escenas de la mitología griega como los
trabajos de Hércules, que pudieron pertenecer a una sede papal más antigua.
Esta
exposición de la reliquia se debe a la reciente restauración de las obras de Gian
Lorenzo Bernini, que se realizó en la Basílica papal en miras al Año Jubilar
2025 y al 400 aniversario de la Consagración de la Basílica de San Pedro en
2026, ya que la silla fue trasladada de la escultura de bronce en agosto. El
Papa Francisco vio la Cátedra a principios de octubre y pidió que se exhibiera
para la veneración pública en la Misa de Clausura del Sínodo de la Sinodalidad,
como un símbolo de la unidad de la Iglesia bajo la instrucción de Jesucristo.
Después
del 8 de diciembre, la Cátedra volverá al relicario de Bernini, mientras tanto
los expertos del Vaticano con el Gabinete de Investigación Científica de los
Museos Vaticanos le realizan una serie de pruebas diagnósticas, esto después de
las que se le realizaron de 1969 a 1974, sin mostrarla al público, durante el pontificado
de Pablo VI.
La
primera vez que el trono se tuvo a la vista de los fieles fue en 1666, luego se
encerró, por pedido del Papa Alejandro VII, dentro de la escultura de bronce de
Bernini, bajo la vidriera de la Paloma del Espíritu Santo en el ábside de la
basílica y los ángeles esculpidos; mientras que la última vez que la silla se exhibió
públicamente fue en 1867, en esa ocasión, conmemorando el 1800 aniversario de
los martirios de San Pedro y San Pablo, el Papa Pío IX la expuso a la
veneración de los fueles por 12 días.
La
Cátedra de bronce se sostiene por cuatro estatuas de los doctores de la
Iglesia: San Agustín y San Ambrosio; Occidente, y San Juan Crisóstomo y San
Atanasio; de Oriente, para simbolizar la unidad reuniendo las enseñanzas de los
Padres de la Iglesia latinos y griegos. En la parte superior, unos ángeles sostienen
una tiara papal y las llaves que simbolizan la autoridad del Vicario de Cristo.
En
la silla hay tres relieves que representan los episodios evangélicos de la vida
del apóstol San Pedro: La entrega de las llaves, el lavatorio de los pies y su
triple confesión ante Cristo Resucitado.
Fuente: ACI Prensa.