Segunda sesión va por la mitad y finalizará el 27 de octubre
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Impacto
sinodal en Latinoamérica
David
Mora, periodista
Durante
una conferencia de prensa, el subsecretario del Sínodo de los Obispos, Monseñor
Luis Marín de San Martín, el arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, el
Cardenal Luis José Rueda, hablaron sobre la experiencia que se está viviendo
durante la Segunda Sesión del Sínodo de la Sinodalidad, el la cual ya va por la
mitad y culminará el 27 de octubre.
Para
Monseñor Marín es muy importante que se comprenda que el camino sinodal es el
estilo de ser Iglesia, por lo que esto no depende de una sesión abierta que se
lleva a cabo, seguirá siempre.
"El
Sínodo no hace referencia a una Iglesia cerrada en sí misma, temerosa, que se
coloca a la defensiva frente al mundo, sino todo lo contrario: entusiasta,
dinámica, evangelizadora, misionera, que lleva el mensaje cristiano y el
Evangelio a la realidad de nuestro mundo", indicó el prelado agustino agregando
que en la Iglesia Católica se está viviendo un "momento extraordinario"; ya que
al final de la sesión se redactará un documento para presentarle las propuestas
al Papa Francisco, quien deberá aprobarlo y con ello se evaluará cómo dinamizar
la sinodalidad en la vida eclesial.
Por
su parte, el Cardenal Rueda habló sobre el impacto de la experiencia sinodal en
América Latina y el Caribe, además de mencionar que en este camino ha influido
mucho el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM), la Confederación
Latinoamericana de Religiosos (CLAR) y la Asamblea Eclesial de 2021 en Ciudad
de México, donde "hubo un trabajo muy rico de escucha, descubriendo las voces
del Espíritu Santo en medio de los pobres y la violencia".
"La
esperanza se ha convertido en el hacer y en el modo de ser de la Iglesia
misionera que peregrina en América Latina, en una de sus fuerzas mayores, porque
está habituada la fe de los latinoamericanos a vivir en adversidad, en
dificultades de pobreza, en dificultades de violencia, de exclusión", dijo el
purpurado.
Ambos
se mostraron claros en que es necesaria una fraternidad entre los obispos para
el bien de cada Iglesia particular y una mejor organización, también piden más
encuentros con la vida religiosa y el diálogo con los laicos.
Fuente: Vatican News.