"Véante mis ojos" se le ha atribuido a la religiosa
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Texto
tiene un autor desconocido
David
Mora, periodista
Cada
15 de octubre, la Iglesia Católica celebra la memoria de Santa Teresa de Ávila,
lo que hace que muchos canten y reciten el poema "Véante mis ojos", que durante
años se le a atribuido a la religiosa. Lo que muchos no sospechan es que ella no
lo escribió, aunque posiblemente esto sucede porque el texto fue cantado en un
momento de su vida.
Según
se cuenta, el suceso que le da origen a este hecho es porque en la tarde la
Pascua de Resurrección de 1571, la primera Doctora de la Iglesia estaba pasando
por un estado espiritual de soledad, y mientras estaba en oración en el
convento de Salamanca, España, ingresó una novicia con talento para cantar
llamada Isabel de Jesús, quien comenzó a cantar los versos y Santa Teresa entró
en éxtasis.
El
3 de enero de 1692, Isabel escribió esta anécdota en una declaración para la
beatificación de Teresa de Jesús.
"Otra
vez, oyendo cantar a esta testigo unas coplillas que trataban del sentimiento
de la ausencia de Dios, se quedó de tal manera arrobada, que al cabo de muy
gran rato la vio llevar esta testigo a algunas asida de entrambas partes, casi
como en peso, a su celda. Lo que allá pasó no vio por ser entonces novicia, y
había en esto gran recato; otro día después de medio día la vio salir, que aún
parecía no estaba vuelta del todo en sí; y después por un escrito de la misma
madre Teresa de Jesús, se vio haberla hecho Nuestro Señor una grandísima
merced, cree ser esto lo que vio esta testigo, por ser el mismo día que la
Madre dice en su papel haberle acontecido, y con la misma ocasión y la misma
hora", escribió.
El
famoso poema tiene un autor desconocido, aunque se sabe que se escribió en el siglo
XVI, también se dice que la religiosa carmelita le gustaba cantar estas rimas
en Navidad para contemplar al Niño Jesús.
El
texto tiene una pequeña semejanza con el Cántico Espiritual de San Juan de la
Cruz, quien fue contemporáneo a Santa Teresa de Ávila, pues en una estrofa
menciona la frase: "Véante mis ojos", al decir: "Apaga mis enojos, pues ninguno
basta a deshecellos, y véante mis ojos, pues eres lumbre dellos, y sólo para ti
quiero tenellos".
La
melodía con la que ahora se conoce el poema fue compuesta por el músico Felipe
Pedrell, fallecido en 1922, quien creó la musicología española moderna.