Cuerpo estaba en Cementerio General desde hace 6 años
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Sacerdote
fue reconocido por formar seminaristas
David
Mora, periodista
La
tarde de este jueves 3 de octubre, la comunidad de la Congregación para la
Misión en Costa Rica (vicentinos) vivió una fiesta al trasladar los restos del
Padre Ángel Plaza, fallecido el 12 de febrero de 2018, del Cementerio de
Turrialba hasta la Parroquia San Buenaventura, en Cartago, donde él estuvo a
cargo por más de 20 años.
Durante
su vida, el sacerdote expresó su deseo de que su cuerpo quedara en la Parroquia
de Turrialba, por lo que los vicentinos decidieron cumplir su voluntad, sus
restos fueron exhumados y preparados en un nuevo ataúd, fueron recibidos en el
templo, se rezó la Coronilla a la Divina Misericordia, el Santo Rosario, se
hizo una Hora Santa y se realizó una Santa Misa de Difuntos, presidida por el
obispo emérito de Cartago, Monseñor José Francisco Ulloa; quien al finalizar la
celebración participó de la procesión hacia los jardines parroquiales, bendijo
la tumba y presenció el entierro.
"Placita",
como era conocido popularmente, nació el 19 de febrero de 1927 en Palencia,
España, creció en una familia católica, en la que tuvo un hermano sacerdote
salesiano, él también sintió el llamado a esta vocación, aunque decidió seguirlo
como misionero vicentino.
Realizó
sus estudios en Tardajos e ingresó al Seminario Interno de la Congregación para
la Misión el 22 de setiembre de 1943, en Hortaleza, el 27 de setiembre de 1945
hizo sus votos perpetuos y el 25 de febrero de 1951, a sus 25 años, fue
ordenado presbítero por manos de Monseñor Craven en Potters Bar, Inglaterra.
Desde
1951 hasta 1977, el Padre Plaza fue misionero en Filipinas, se dedicó a la
formación de seminaristas vicentinos, también formó seminaristas diocesanos en
Sorsogón y Angono, se desempeñó como rector en Calbayog y Naga; durante ese
periodo solamente estuvo ausente en 1958 por cursar estudios en Malvern,
Australia. y entre 1963 a 1965 al estudiar en Washington y obtener su doctorado
en Teología en la Universidad Católica de este lugar.
La
llegada del sacerdote a Costa Rica fue por una disposición del Superior General
para seguir formando seminaristas, misión que cumplió por muchos años, también
estuvo a cargo del Colegio Seminario. En el año 2000 llegó a vivir en el
Seminario San Vicente de Paúl, ubicado en Vista de Mar, en Ipís de Goicoechea,
se desempeñó como el ecónomo de la casa de formación y hasta 2017 se mantuvo
colaborando en las parroquias vecinas de Nuestra Señora de los Ángeles de Ipís,
además de San Antonio de Padua y San Isidro Labrador, ambas en Vázquez de
Coronado.
En
diciembre de 2017, el sacerdote sufrió una caída en su habitación, lo que le
provocó una fractura en la cadera, esto lo tuvo varias semanas en cama hasta su
fallecimiento el 12 de febrero de 2018, con casi 91 años.