Monseñor Javier Román se encuentra en Roma representando a Costa Rica
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Cardenales
leyeron peticiones de perdón escritas por Francisco
David
Mora, periodista
Antes
de comenzar la Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, este martes
1 de octubre el Papa Francisco presidió una vigilia penitencial en la Basílica
de San Pedro, con la presencia de todos los delegados de cada país. En el
Vaticano se encuentra el obispo de la Diócesis de Limón y presidente de la
Conferencia Episcopal de Costa Rica (CECOR), Monseñor Javier Román.
El
Santo Padre pidió perdón a Dios y a las víctimas por los pecados cometidos en
el interior de la Iglesia a través de la historia, también reflexionó sobre la
importancia de la reconciliación para seguir con un vínculo de confianza.
Durante el encuentro, todos los religiosos escucharon los testimonios de una
voluntaria en la acogida de migrantes, un sobreviviente de abusos sexuales y
una religiosa de Siria que habló sobre el drama de la guerra.
Posteriormente,
algunos cardenales tuvieron la tarea de leer unas peticiones de perdón escritas
por el obispo de Roma, entre ellas se mencionaban los daños a la creación, los
pecados contra la paz, los pueblos indígenas, los migrantes, los abusos, las
mujeres, la familia, los jóvenes, la doctrina usada para juzgar, la pobreza y
el pecado contra la sinodalidad (Entendida como la falta de escucha, comunión y
participación). Él manifestó que lo quiso hacer así para "llamar por su nombre
y apellido a nuestros principales pecados"; pues puede existir la tendencia de
esconderlos o adornarlos con palabras educadas.
"¿Cuántas
veces hemos ocupado todo el espacio nosotros mismos, con nuestras palabras,
nuestros juicios, nuestros títulos, nuestra convicción de que sólo nosotros
tenemos mérito? Y así perpetuamos lo que sucedió cuando José y María, y el Hijo
de Dios en su seno, llamaron a las puertas buscando hospitalidad. Jesús nació
en un pesebre porque, como nos dice el Evangelio, "no había lugar para ellos en
el albergue"...Continuamos la misión hasta donde podemos, pero ahora nos
dirigimos a ustedes, jóvenes, que esperan de nosotros el paso del testimonio,
pidiendo perdón también a ustedes nos esperan para dar testimonio, pidiéndoles
perdón también a ustedes si no hemos sido testigos creíbles", indicó el líder
de la Iglesia Católica.
Antes
de finalizar, Francisco pidió que todos se saludaran con el signo de la paz
para simbolizar la reconciliación, extendiendo esto a todas las personas que dieron
sus testimonios en la vigilia. También en la celebración se encontraron dos
jóvenes, un seminarista y una religiosa como representación de la esperanza de
la Iglesia para las futuras generaciones, a todos el Papa les dio un ejemplar
del Evangelio para proclamarlo.
Fuente: Vatican News.