Misa Exequial se realizó este lunes 30 de setiembre en la Catedral Metropolitana
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Monseñor
Quirós recordó a su predecesor
David
Mora, periodista
La
mañana de este lunes 30 de setiembre, la Catedral Metropolitana Santuario
Nacional San José se vio llena de fieles y sacerdotes con motivo de la Santa
Misa Exequial en la que se oró por el eterno descanso del arzobispo emérito de
San José, Monseñor Hugo Barrantes, fallecido el pasado sábado 28 de setiembre.
La
celebración fue presidida por el arzobispo metropolitano, Monseñor José Rafael
Quirós, acompañado por el obispo auxiliar de la Arquidiócesis, Monseñor Daniel
Blanco, y los obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica (CECOR). Desde
la mañana del domingo 29 de setiembre, el cuerpo del prelado fue velado en la Capilla
del Santísimo de la Catedral, al costado norte, y este lunes, minutos antes de
las 11 de la mañana fue trasladado al atrio para comenzar la Eucaristía.
Al
ser puesto a los pies del presbiterio, sobre el ataúd se colocaron las insignias
que Monseñor Barrantes llevó como arzobispo; la estola, la casulla, el palio,
la mitra, el báculo y el Evangeliario.
Durante
su homilía, Monseñor Quirós manifestó su aprecio por su predecesor, recordó
cuando este le pidió ser su vicario general en la Arquidiócesis de San José y
su apoyo cuando fue nombrado obispo de Limón.
"En
mi oficio como vicario general palpé muy de cerca que Monseñor no escatimaba en
tiempo para escuchar a todos, ya fuera de manera personal o en reuniones que él
frecuentemente convocaba. Siempre empujando hacia adelante, mirando con
esperanza hacia la meta, en nuestras reuniones de CECOR, además de su palabra iluminadora
y sui visión dinámica, no faltaba el chiste ni su palabra de pueblo sobre
alguna cuestión particular, los recuerdos de su experiencia en la zona indígena
por la que suspiraba siempre, en su corazón siempre estuvo la zona sur", indicó
el arzobispo metropolitano.
Después
del Rito de Comunión, el nuncio apostólico en Costa Rica, Monseñor Mark Gerard
Miles, leyó las condolencias enviadas por el Papa Francisco, firmadas por el
secretario de Estado del Vaticano, el Cardenal Pietro Parolin, a todos los
obispos, los sacerdotes, fieles y familiares del arzobispo emérito
La
celebración se desarrolló con normalidad hasta finalizar con el Rito de la Última
Recomendación, que consiste en rociar con agua bendita e incensar el cuerpo del
difunto, recordando su dignidad de hijo de Dios y miembro de la Iglesia al
haber sido bautizado, una vez realizado fue trasladado hasta la cripta debajo
de la capilla del costado norte, donde se le dio santa sepultura. Antes de ser
depositado en la bóveda, Monseñor Quirós tomó el palio arzobispal de Monseñor
Barrantes y se lo colocó encima de su cuerpo.