Obispo auxiliar de San José presidió Misa en su comunidad de origen
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Se
develó una galería fotográfica de los párrocos de la comunidad.
David
Mora, periodista
La
noche de este miércoles 25 de setiembre, la comunidad parroquial de San Isidro
Labrador, en Vázquez de Coronado, conmemoró el 41 aniversario de la Dedicación
del templo con una Santa Eucaristía en las que estuvieron presentes algunos
sacerdotes oriundos de allí; entre ellos el obispo auxiliar de la Arquidiócesis
de San José, Monseñor Daniel Blanco, quien presidió la Misa.
Hace
41 años, el 25 de setiembre de 1983, este templo neogótico fue consagrado por
el entonces quinto arzobispo metropolitano de San José, Monseñor Román Arrieta,
hecho que se encuentra recordado en una placa en la entrada principal. Minutos
antes de comenzar la celebración, se realizó un acto de acción de gracias por
el aniversario y la reciente restauración del edificio, por lo que se encendieron
candelas ante las cruces con los nombres de los apóstoles distribuidas en las
paredes y se cantó el "Te Deum".
Durante
su homilía, el prelado; quien siendo niño estuvo presente en aquella Santa Misa
sirviendo como monaguillo, recordó con alegría que "el edificio material es el
lugar en el que la comunidad parroquial es unión-comunión entre nosotros como
hermanos y comunión-unión con el Señor", además de que "desde la belleza de
este templo material, tenemos el compromiso de edificar esta belleza del templo
que el Señor quiere construir en la cotidianidad de nuestra existencia".
"Esta
Iglesia es signo evidente de que Dios quiere ser cercano con cada uno de
nosotros; porque aquí nos encontramos con el Señor, verdadero Templo de Dios,
cuando nos reunimos a escuchar su Palabra y la enseñanza de la Iglesia por
medio de los apóstoles, aquí enriquecemos con los dones sacramentales, que nos
configuran a nosotros como hijos de Dios, nos llenan con su misericordia y con
su amor, y nos envían a salir de esta Iglesia a ser testigos del Evangelio en
el mundo. Pero no nos envían con nuestras propias fuerzas, nos envían con la
fuerza de los sacramentos, con el Cuerpo y la Sangre de Cristo que en este
altar se nos dan para fortalecer nuestra vida de fe, nuestra vida de compromiso
con el testimonio bautismal", manifestó Monseñor Blanco.
Al
finalizar la Santa Misa, en la pared trasera del presbiterio, se develó una galería
histórica con los retratos de los 26 sacerdotes que han sido curas párrocos,
entre ellos se destacan el Padre Benjamín Núñez (quien estuvo en dos periodos),
el Padre Leonel Chacón, el Padre Rigoberto Barboza y el Padre Eliecer Figueroa.