La iglesia de El Carmen, ubicada en el puro corazón de San José es, para muchos, más que un templo.
Juan Carlos Bonilla, asistente del Departamento de Arte Sacro de la Arquidiócesis de San José comentó que este sitio rompe con la dinámica de los templos católicos del centro de la capital.
"A diferencia de la iglesia La Soledad o de la Catedral Metropolitana, la gente encuentra en la parroquia Nuestra Señora de El Carmen un lugar donde pueden adorar, agradecer y pedir un favor al santo de su devoción. Esto es parte de lo que reúne el edificio, que cuenta con 49 imágenes que están expuestas a los Meles, para que cuando lo necesiten se acerquen y se encomienden a quien necesiten", explicó Bonilla.
Este edificio, cuyo terreno fue donado en 1830 por las hermanas Jerónima y María Concepción Quirós, se empezó a construir en 1845 y se terminó de edificar en 1874. Reúne elementos de los edificios clásicos y de otros tipos de construcciones, como las arábigas.
Una joya
El inmueble se declaró patrimonio histórico y arquitectónico, el 17 de diciembre de 1998.
"Este templo reúne un estilo ecléctico, es decir, que agarran varios estilos constructivos de esa época. Sus paredes son muy pesadas, hechas de calicanto y ladrillo, tenían que ser paredes así para resistir los sismos de la época. Los arcos remiten al estilo clásico y dentro del presbiterio hay arcos con un estilo árabe", expresó.
Bonilla manifestó que en el presbiterio hay un comulgatorio de mármol, en el que durante muchos años los Meles recibían la comunión. Posiblemente fue hecho de madera o metal en un principio, pero en la actualidad la estructura es de mármol y hace conjunto con la pila bautismal, donada por el obispo Fernando Augusto Thiel.
El templo cuenta con una gran cantidad de imágenes, algunas con más de 100 años de antigu?edad.
Una de las más viejitas es la del Dulce Nombre de Jesús, que se trajo al país para librar a la población de la peste del cólera que atacó a los ticos.
"La imagen se trajo de Guatemala, para pagar una promesa que se hizo luego de la Campaña Nacional (1856-1857) y que era sanar a los ticos de la epidemia de cólera de esa época", expresó.
Por otro lado, la imagen de la Virgen de El Carmen, la patrona del templo fue hecha por el escultor Manuel Zúñiga y es una obra tallada en madera.
"La prensa de la época informa que todo San José desveló para verla, es una pieza muy linda, bien detallada y se construyó entre la década de 1920 y 1930?, añadió.
Una de las imágenes más recientemente colocadas es la del padre Pío. Está inmersa sobre una vitrina, decorada con gores rojas e iluminada en su totalidad. Es un de las imágenes que más visitan los creyentes.
El piso no es el original, el que se encuentra actualmente es de inicios del siglo 20 y en el templo hay dos confesionarios de madera, ubicados en el espacio original donde se ubicaron los primeros confesionarios. Su techo es una lámina metálica.
El altar es de madera y en él se ubica la imagen del Corazón de Jesús, de la Santísima Trinidad y de la Virgen de El Carmen.
Retos de conservación
Conservar y mantener un templo tan antiguo no es tarea fácil.
"El edificio se ubica en el puro centro de San José y el humo de buses y carros a lo largo del día hacen que con el tiempo, las paredes y las esculturas tengan una costra que hay que remover cuidadosamente.
"Además, debemos velar por la seguridad dentro del tiempo, pues al estar siempre expuesto se puede prestar para hurtos, como el que pasó hace diez años, cuando se robaron una cruz, que era la imagen más antigua del templo", contó.
Bonilla destacó que para un adecuado mantenimiento necesitan personal que no tienen, ya que no hay platica, pero afortunadamente, gracias a los Meles el templo se mantiene en pie.
"Este espacio es muy vivo, la gente lo siente y por eso los mismos Meles realizan donaciones para mantener las imágenes o la ediMcación en sí", destacó.
Extraído del periodico "La teja"