El Papa fue recibido por las autoridades y niños le regalaron arreglos florales
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Sumo
Pontífice dirigió discurso sobre inculturación emigración y búsqueda de la paz
David
Mora, periodista
Este
lunes 9 de setiembre, el Papa Francisco comenzó la tercera parte de su viaje
apostólico # 45, el más largo de su pontificado, esta vez llegó a Timor
Oriental, donde fue recibido por las autoridades gubernamentales y tres niños
le ofrecieron flores junto al pañuelo tradicional, el "tais". Esta es uno de
los países de Asia con más población católica, pues el 98% de los habitantes
profesan esta fe.
En
el Palacio Presidencial, el Papa fue recibido por el mandatario José Ramos y la
Guardia de Honor, mientras afuera había numerosos fieles con carteles, algunos hacían
ovaciones y aplaudían. En el encuentro estuvieron presentes el nuncio
apostólico en Timor Oriental, Monseñor Wojciech Zauski, y el arzobispo de Dili,
el Cardenal Virgilio do Carmo da Silva.
Después
del saludo inicial, el Santo Padre comenzó un discurso dirigido a la sociedad
civil, las autoridades y al Cuerpo Diplomático, en el que abogó por la
inculturación de la fe y la evangelización de la cultura, porque "el cristianismo
se incultura, toma las culturas y ahí los diversos ritos orientales", lo que
deja claro que "no es una fe ideológica, es una enraizada en la cultura".
"En
este lugar Asía y Oceanía se rozan y, en cierto sentido, se encuentran con
Europa, lejana geográficamente, pero cercana por el papel que ha tenido en
estas latitudes durante los últimos cinco siglos. No quiero hablar de los
piratas holandeses. De hecho, los primeros misioneros dominicos llegaron desde
Portugal en el siglo XVI, trayendo consigo el catolicismo y la lengua
portuguesa; y esta última junto con el idioma tetum son actualmente los dos
idiomas oficiales del Estado", manifestó el obispo de Roma, quien también
recordó la visita de su predecesor, San Juan Pablo II, cuando este les propuso
arraigarse siempre a la fe para luchar por las metas
Las
palabras del líder de la Iglesia Católica continuaron enfocándose en la
búsqueda de la paz, la cual no se consigue sin la unidad, pues "la unidad es superior
al conflicto", y para alcanzarla "se requiere una cierta purificación de la
memoria, para sanar heridas, combatir el odio con la reconciliación, la
confrontación con la colaboración".
Por
otro lado, también se refirió al reto que significa el fenómeno de la
emigración, "que constituye siempre un indicador de un insuficiente o
inadecuado uso de los recursos, así como de la dificultad de ofrecer a todos un
empleo que produzca beneficio justo y que garantice a las familias los ingresos
que correspondan a sus necesidades básicas".
"¡Denle
ideales a los jóvenes para que salgan de estas trampas! Y también es un fenómeno
de incorporación a ciertas bandas que, envalentonadas por el conocimiento de
las artes marciales, en lugar de utilizarlo al servicio de los indefensos, se
aprovechan de él para exhibir el poder efímero y dañino de la violencia. La
violencia siempre es un problema en los pueblos...Cuiden a su pueblo, amen a su
pueblo, hagan crecer ese pueblo. Este pueblo es maravilloso, es maravilloso.
Las pocas horas que estuve se ve cómo un pueblo se expresa, y el pueblo de ustedes
se expresa con dignidad y con alegría. Es un pueblo alegre", manifestó el Sucesor
de San Pedro.
Francisco
finalizó su encuentro animando a los timorenses a seguir creciendo en el
desarrollo de la educación, por lo que confía en la sabiduría del pueblo, además
de encomendar a Timor Oriental y todos sus habitantes a la protección de la Virgen
de Airara.
Fuentes: Vatican News y ACI Prensa.