Evangelizó con una camiseta que decía "Cristo Vive"
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Monseñor
Samaniego tiene motivaciones espirituales para hacer ejercicio
David
Mora, periodista
El
pasado domingo 25 de agosto, en la Ciudad de México, se realizó una carrera maratón
de 42.195 kilómetros, que se extendía desde Estadio Olímpico Universitario pasando
por puntos emblemáticos de la ciudad, donde en medio de las 30.000 personas que
corrieron, estaba el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de México, Monseñor
Carlos Samaniego, quien evangelizó con su camiseta durante el recorrido, pues
esta llevaba escrito en su espalda: "Cristo Vive".
El
prelado, quien tiene 50 años, manifestó que años atrás había dejado la práctica
del deporte, pero que decidió retomarlo en 2020 con la llegada de la pandemia
del Covid-19, siendo un proceso que fue aumentando su tiempo haciendo ejercicio;
al inicio solo podía unos minutos, avanzando hasta llegar a dos horas, esto lo
que ve como una "gran experiencia en la he podido integrar la salud física y
espiritual".
Hace
un año, en 2023, participó de la maratón de 21 kilómetros, pero no pudo pasar
de los 10 kilómetros por una lesión de rodilla que lo hizo parar, pero eso no
lo hizo rendirse, de esa caída de levantó cuando lo volvió a intentar este año
completando el medio maratón "sin gran esfuerzo", luego de dos meses alcanzó la
meta del maratón completo de 42 kilómetros.
Espiritualmente,
Monseñor Samaniego piensa que el ejercicio es parte de cuidar el cuerpo humano,
que es templo del Espíritu Santo, y ayuda a tener la mentalidad del respeto al
cuerpo de los demás, donde también se encuentra Dios. También manifestó que la
carrera lo "ha motivado profundamente a enfrentar el maratón más importante,
que es el de recorrer el camino de la vida", donde hay "obstáculos y pendientes" para llegar al cielo, pero tiene la guía de quienes ya han alcanzado la meta:
Los santos.
Otras
motivaciones que tuvo el prelado fueron la frase "Alguien en el cielo está
orgullosos de ti", y el testimonio del obispo de la Diócesis de San Cristóbal,
en Chiapas, Monseñor Rodrigo Aguilar, quien a sus 72 años no deja de entrenar. "Me
motivó mucho con su testimonio, porque cuando nos reunimos los obispos en
asamblea, no deja de levantarse temprano para correr y prepararse así para los
maratones que ha logrado", expresó Monseñor Samaniego sobre su hermano en el
episcopado, agregando que la "amistad sacerdotal y la experiencia de subir
montañas y corren con los jóvenes", han sido su motor para mantener la disciplina.
El
religioso instó a ofrecer a Dios como penitencia el entrenamiento y la fatiga que
se pueden experimentar al hacer ejercicio, y recomendó que en al correr grandes
distancias se pueden escuchar mensajes del Papa en audio o la "Lectio Divina" correspondiente
al día, compartiendo que esa es experiencia.
Fuente: ACI Prensa.