Ángelus
Ucrania, Palestina e Israel, Sudán, Myanmar, pero también todos los pueblos que sufren a causa de la guerra estuvieron nuevamente en el centro de la oración del Ángelus en la que, desde la ciudad italiana de Trieste, el Santo Padre invocó a la Virgen venerada en el Santuario del Monte Grisa.
Asegurando sus oraciones a los presos, a los enfermos y a los emigrantes, el Papa calificó Triste como "puerta abierta a los emigrantes", con "vocación de acercamiento entre pueblos diferentes":
Es un puerto importante en la encrucijada entre Italia, Europa central y los Balcanes.
El desafío para la comunidad eclesial y civil, señaló el Obispo de Roma al término de la 50ª Semana Social de los Católicos en Italia, "es saber conjugar apertura y estabilidad, acogida e identidad":
Así que yo diría: ¡Tengan los "papeles en orden" para afrontar este reto! Como cristianos tenemos el Evangelio, que da sentido y esperanza a nuestras vidas; y como ciudadanos tienen la Constitución, "brújula" fiable para el camino de la democracia.
Por último, el Santo Padre instó a todos a ir "adelante, sin miedo":
Sin miedo, abiertos y firmes en los valores humanos y cristianos, acogedores pero sin compromisos sobre la dignidad humana. Con esto no se juega.
Fuente: vaticannews.va