Jornada Mundial de los Niños
·
Hacer
de la vida una obra maestra
David
Mora, periodista
Este
domingo 26 de mayo se llevó a cabo la Jornada Mundial de los Niños, donde cientos
de pequeños fueron protagonistas en la Plaza de San Pedro en varias
actividades, entre ellas un monólogo del actor, director y ganador del premio
Oscar, Roberto Benigni, el cual se realizó luego de la celebración de la Santa
Misa de la Solemnidad de la Santísima Trinidad.
En
el espectáculo, el artista les dijo a los niños que los cuentos de hadas no se
limitan sólo a la existencia de dragones, sino a cómo estos pueden ser vencidos,
haciendo un énfasis sobre la guerra, donde su final puede verse como un sueño,
pero recordó que Gianni Rodari decía que hasta "los cuentos de hadas pueden
hacerse realidad".
"El
mundo está gobernado por personas que no saben lo que es la misericordia, lo
que es el amor. Y por eso cometen el más estúpido de los pecados: La guerra. Una
palabra fea que lo ensucia todo. Hay que acabar con esto", manifestó Begnini en
su monólogo, en el que estuvo presente el Papa Francisco.
Durante
el espectáculo, se tuvo claro el mensaje de que los niños saben buscar la paz
en medio de un conflicto, además del sentido de empatía que tienen con sus semejantes.
Begnini puso el ejemplo de que "cuando los niños juegan a la guerra, en cuanto
uno se hace daño, paran y en cambio los que hacen la guerra no paran".
El
mensaje de Jesucristo en el sermón de la montaña también salió a relucir
durante la puesta en escena, ya que Begnini recordó que "en la historia de la
humanidad sólo se ha expresado una buena idea: Bienaventurados los
misericordiosos", a lo que comentó que esta es una invitación a todos los seres
humanos a ser "profundamente buenos", y les animó a los niños a tener en cuenta
siempre que "la vida es amor y compasión infinita por el dolor que sufre la
humanidad".
Roberto
Begnini recordó que el mundo es bello, aún con los errores que se puedan
cometer, y que en la vida no se puede tener miedo, ya que el secreto está en
divertirse. "Amen lo que hacen, no se conformen con hacer un buen trabajo,
tienen que hacerlo lo mejor que puedan, como Miguel Ángel hizo con esta cúpula
(la de la Basílica de San Pedro). Estamos todos juntos, en sus corazones palpita
la humanidad entera, somos uno. Los veo aquí dispuestos a alzar vuelo, ¡háganlo!
¡Tomen el vuelo, tomen las riendas de su vida y hagan de ella una obra maestra!
¡Ustedes pueden hacerlo! Construyan un mundo mejor. Háganlo más hermoso.
Nosotros no lo hemos conseguido", dijo el artista a los niños.
El
espectáculo finalizó con Begnini bromeando con el líder de la Iglesia Católica,
diciendo que el Papa también tiene un espíritu de niño, y que el día más feliz
del mundo será cuando todos los niños, son ninguna distinción, puedan sonreír.
Fuente: Vatican News.