Tradición es propia en el día de Pentecostés
·
Acto
proviene del año 609 d.C
David
Mora, periodista
Una
de las tradiciones particulares de la Solemnidad de Pentecostés es la lluvia de
rosas en el Panteón de Roma al final la Santa Eucaristía, acto que se volvió a
realizar este domingo 19 de mayo.
Desde
una altura de 43 metros, en el óculo de la cúpula, conocido también como el "ojo
del cielo", los bomberos romanos se encargan de hacer caer una lluvia de miles
de pétalos de rosa que simbolizan las llamas de fuego que se posaron sobre la
Virgen María y los apóstoles cuando llegó el Espíritu Santo a la Iglesia primitiva,
evento que se narra en el primer capítulo de los Hechos de los Apóstoles.
Esta
tradición proviene desde el año 609 d.C., ya que antiguamente este edificio era
un lugar de culto a dioses paganos en la Antigua Roma, pero el emperador Focas
Augusto le donó el lugar al Papa Bonifacio IV, por lo que este lugar se
convirtió en la Basílica de Santa María de los Mártires, debido a que el Santo
Padre ordenó que allí descansaran los restos mortales de los mártires
cristianos que estaban en catacumbas.
La
tradición de la lluvia de rosas estuvo suspendida por varios siglos; sin
embargo, el Ayuntamiento de Roma la retomó en 1995, con la diferencia de que se
hace cuando la celebración eucarística ha finalizado, antes de esto se
realizaba en el transcurso de la Santa Misa, pero la de la Solemnidad de la Ascensión
del Señor, ya que el Papa anunciaba oficialmente la fecha de Pentecostés (que
era una semana después) y se buscaba sensibilizar esta noticia mientras caían
los pétalos que tapizaban el suelo.
Los
pétalos de rosa cuando caen cubren cerca de nueve metros de diámetro.
Fuente: Rome Reports y Liturgia Papal.