Escrito por Mons. José Francisco Ulloa Rojas, obispo emérito de la Diócesis de Cartago
Después de 20 años consagrado a
la formación sacerdotal en el Seminario Nacional Nuestra Señora de Los Ángeles,
fui nombrado por mi estimado arzobispo, Monseñor Román Arrieta Villalobos, como
rector y párroco del Santuario Nacional de Nuestra Señora de Los Ángeles, en
Cartago, en enero de 1992.
La parroquia de Los Ángeles, como
popularmente se le conoce, es además; Santuario Nacional de Nuestra Señora de
Los Ángeles, sede de la Patrona de Costa Rica, con el título de Nuestra Señora
de Los Ángeles, a quien llamamos con cariño y cercanía "La Negrita de Los
Ángeles". Todos los costarricenses le expresamos un inmenso amor y devoción y
acudimos a Ella cuando necesitamos de su intercesión para alguna situación
especial en nuestras vidas.
Cuando llegué como párroco con la
mayor ilusión, por ser mi primera parroquia después de casi 30 años de
ministerio sacerdotal, junto con los agentes laicos de pastoral que eran muchos
y bien formados por mi predecesor y compañero de seminario, el Padre Walter
Sandí, y otros que les pedí para que me ayudaran en la dimensión nacional del
Santuario, nos dimos a la tarea de proponernos dos grandes objetivos.
El primer objetivo: darle un
mantenimiento a la Basílica, la casa de la querida Negrita de Los Ángeles, por
dentro y por fuera y convertir el parquecito frente a la Basílica en una plaza
al servicio de los peregrinos y celebrar en un espacio abierto las grandes
celebraciones del mes de agosto.
El segundo gran objetivo:
elaborar un plan pastoral parroquial, en comunión y participación con todos los
agentes y servidores laicos de cada sector.
En este trabajo conjunto
descubrimos que, en 1994, la parroquia cumplía 50 años de erigida por Monseñor
Víctor Sanabria, segundo arzobispo de San José, en el año 1954, junto con la
parroquia de Tierra Blanca. Acontecimiento muy importante para una parroquia.
Todo templo parroquial o de un santuario, ha de ser consagrado solemnemente
para el culto divino. La Iglesia-templo es un signo visible de la Iglesia viva
de los fieles bautizados y de la Iglesia celestial. Es una celebración de las
más bellas que posee la Liturgia católica.
La Iglesia-templo de la Parroquia
Nuestra Señora de Los Ángeles no había sido consagrada, no obstante, de tener
el título pontificio de Basílica, dado por el Papa Pío XI, el 26 de julio de
1935.
Dos acontecimientos de gran
importancia, nos dimos a la tarea de preparar para cada uno, una gran
celebración: las bodas de oro de la parroquia y la consagración solemne de la Basílica.
Esta consagración de la Iglesia-templo más importante de Costa Rica y más
visitado por los costarricenses a lo largo del año, fue sumamente emotiva y de
gran bien espiritual, no sólo para Cartago, sino para todo el territorio
nacional.
La Basílica de Nuestra Señora de
Los Ángeles, Patrona de Costa Rica, fue consagrada solemnemente el sábado 23 de
abril de 1994, por Monseñor Román Arrieta Villalobos, quinto arzobispo de San
José. En el cincuentenario de la erección de la Parroquia, por Monseñor
Sanabria, en el año 1944 y en el aniversario de la Coronación Pontificia de la
Imagen de Nuestra Señora de Los Ángeles en 1926. Siendo Cura párroco el
presbítero José Francisco Ulloa Rojas. (Se lee en la placa conmemorativa)
Con motivo de la Consagración de la Basílica y el 50 aniversario de la erección de la Parroquia, recibimos un mensaje del Papa Juan Pablo II. Nos anima el Santo Padre, por medio de su entonces secretario de Estado, el Cardenal Angelo Sodano, a "perseverar en el compromiso cristiano, dando siempre testimonio de la fe, como piedras vivas de la Iglesia...invita a todos a una renovada y entrega a la nueva Evangelización de la comunidad parroquial, a una creciente formación cristiana y a una mayor participación y colaboración de los diversos apostolados parroquiales, promoviendo particularmente los valores de familia...El Santo Padre imparte de corazón la bendición Apostólica, extensiva a los devotos del Santuario y al amado Pueblo de Costa Rica".