"Hermanos de camino" atienden habitantes de la calle en San José
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Cristo
resucitó para todos
David
Mora, periodista
Con
motivo de la Octava de Pascua, diáconos, acólitos y tres laicas, quienes son "hermanos de camino", tomaron la iniciativa de ir a asistir a personas
habitantes de la calle en el centro de San José. La atención la brindaron en
los alrededores de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen el pasado 2 de abril.
Uno
de los diáconos que se involucró en esta acción, Erick Rojas, testimonió que
esta iniciativa surgió desde hace varios años, cuando la pandemia de covid-19
comenzaba a expandirse; él, siendo seminarista, junto a otras personas de la Pastoral
Universitaria, decidieron ir a socorrer a estas personas.
Esto
había sucedido en la misma parroquia capitalina, por lo que ahora, varios años
después, cuando el servidor llegó a esta misma comunidad recién ordenado
diácono, pudo ver mientras presidía su primera Hora Santa que algunas personas
habitantes de la calle se acercaron a adorar al Santísimo Sacramento.
"Después
de eso nos fuimos a comer y recordamos cuando nosotros salimos a dar de comer a
las personas en situación de calle y lo hacíamos desde aquí en El Carmen. El
día que fuimos a comer caímos en consciencia de que estábamos otra vez en El
Carmen, y dijimos: "¿Por qué no volver a hacerlo?". Y entonces cuando escogimos
la fecha, dijimos: "¿Por qué no hacerlo en Pascua? Para que sea el gozo de la
resurrección lo que nos motive"...que nos acordemos de que Cristo ha resucitado y
que resucitó para todos, y que tenemos vida eterna, ¿Por qué no salir a
sacrificar nuestro tiempo?", comentó el diácono.
La
comida que estos jóvenes brindaron fue puesta por ellos, mientras que la
Parroquia les prestó sus instalaciones, el gas para la comida, el centro de
acopio, el agua para hervir, entre otros elementos que fueron de utilidad para la
ayuda.
"Aunque
en ocasiones anteriores he hecho experiencias similares, cada vez Dios busca
una manera diferente de impactarme, porque en cada momento que puedo ser útil
para alguien, mi vida cobra más sentido. Al ver la situación de calle en cada
una de esas personas, me hace pensar no en la parte amarga de necesidad que
viven, sino en la cantidad de formas en que podemos ayudar. Esta vez pudimos
dar comida algunos, estoy convencida que la obra es de Dios y va a seguir
creciendo", testimonió Mariana Fallas, servidora de la Pastoral Vocacional de
la Parroquia San Miguel Arcángel de Desamparados.
Entre
los presentes se encontraba un grupo de vida del Seminario Nacional Nuestra
Señora de los Ángeles dedicado a San José.