Luego de que se materializara el llamado del Sindicato de Médicos Especialistas (SINAME) de no realizar tiempo extraordinario (4 p.m. a 7 a.m.) a partir del pasado lunes 1 de abril en los hospitales y centros de salud de la Caja del Seguro Social, la Presidenta Ejecutiva de dicha institución, Marta Eugenia Esquivel, solicitó, a través de una carta, la mediación de la Iglesia Católica, en la persona del Arzobispo Monseñor José Rafael Quirós.
En dicha misiva, la funcionaria reconoce "la posición neutral y objetiva en pro y la defensa de la salud del enfermo, el desvalido y los necesitados" por parte de la Conferencia Episcopal.
Sin embargo, tras analizar las características del conflicto, la Iglesia comunicó que, a pesar de que se comprende y comparte plenamente la preocupación por la grave situación manifiesta en el estado de emergencia institucional, en esta ocasión no será posible dicha mediación, dada "la complejidad de la negociación", que involucra, "demandas relacionadas con salarios, horarios, jornadas, vacaciones, riesgos del trabajo, responsabilidades, deficiencias en infraestructura y equipamiento".
Todo ello, prosigue la respuesta ofrecida por el Padre Edwin Aguiluz, director de la Pastoral Social-Caritas, siguiendo instrucciones de Monseñor Javier Román, presidente de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, CECOR, supondría "conformar en poco tiempo un equipo humano competente en los temas sanitarios, financieros, infraestructurales, laborales y jurídicos de la CCSS, lo cual no está a nuestro alcance".
Se explica además que la dimensión jurídica laboral es especialmente compleja en este caso, por lo mencionado en la carta de la misma Presidenta Ejecutiva de la institución, acerca de que los temas relacionados con la remuneración salarial no serán de discusión en los espacios que abriría la Iglesia.
Eso sí, la CECOR insiste en que la vía del diálogo constructivo en orden a llegar a acuerdos que eviten la afectación a la salud y al riesgo de la vida misma de los asegurados es la indicada para resolver esta y cualquier crisis.
En tal sentido -concluye la misiva-, se lamenta que las mesas de trabajo y espacios de diálogo entre las gerencias de la institución y la representación sindical hayan sido infructuosas.